Hace mucho años, antes de reintegrarme a la labor periodística en el norte del Cauca, pues venía de desempeñarme como oficial del Ejército de Colombia (ingeniero militar), donde también hice periodismo, ejercieron la Gobernación del Cauca por nombramiento que hacía el presidente de la República, Humberto Peláez Gutiérrez (1980), a quien le sucedió Gerardo Bonilla Fernández.
Pero fue hace 38 años, en 1982, cuando asumió las riendas del departamento Amalia Grueso de Salazar, y Proclama del Cauca renacía para una nueva historia del periodismo comarcano, gracias al valeroso, decidido y profesional apoyo del abogado y periodista Silvio de Jesús Medina Abella (q.e.p.d.).
En los diez años siguientes fueron gobernadores por nombramiento Julio Arboleda Valencia, Diego Castrillón Arboleda, el coronel Víctor Gómez Gómez, Cesar Tulio Vergara Mendoza, Cesar Laureano Negret Mosquera, Fernando Iragorri Cajiao, Jesús Ignacio García Valencia, Harold Libardo Paz Ospina, y Juan Carlos López Castrillón.
Luego de la expedición de la Constitución del 91, se posesionó el hoy senador de la República, Temístocles Ortega Narváez,por primera vez como gobernador por elección popular. En los 28 años siguientes ejercieron como gobernadores Rodrigo Cerón Valencia, otra vez Cesar Laureano Negret Mosquera, Floro Alberto Tunubalá Paja, Víctor Arboleda Córdoba (encargado), Juan José Chaux Mosquera, Guillermo Alberto González Mosquera, otra vez Temístocles Ortega Narváez, Oscar Rodrigo Campo Hurtado, y actualmente, para el periodo 2020-2023, Elías Larrahondo Carabalí.
Esta introducción histórica porque todos, en sus momentos, tuvieron alguna relación periodística con Proclama del Cauca, y para demostrar que la Red de Medios de Comunicación (medio impreso, portal en internet, emisora digital, intervención profesional en redes sociales), además de operar sello editorial con autorización de la Cámara Colombiana del Libro para gestionar la codificación ISBN (International Standard Book Number), y el respectivo código de barras para las obras monográficas que edite y produzca, y obviamente, tener marca registrada ®, reconocida legalmente por la Superintendencia de Industria y Comercio, nunca ha dependido, de manera exclusiva, para su exitoso crecimiento en los últimos 38 años, de un determinado gobernador del departamento, un dirigente político, o de un alcalde municipal, aunque es necesario reconocer el esfuerzo de algunos de ellos por utilizar la eficacia del proceso periodístico para llegar de manera directa, creíble y confiable a las comunidades creadas en torno a estos medios de comunicación y organizar una opinión pública favorable a las gestiones realizadas en beneficio de dichas comunidades.
Esta necesaria aclaración porque el pasado sábado estuvo en Santander de Quilichao el gobernador Elías Larrahondo Carabalí, en una importante reunión con todos los alcaldes del norte del Cauca, pero el nuevo coordinador de la Oficina de Prensa de la Gobernación, periodista Reinaldo Hoyos Molina, en una actitud de politiquería lambona, de adulador depreciado, creyendo equivocadamente que le hacía “un favor” a Larrahondo Carabalí, o que todavía andaba en campaña electoral, decidió invitar a los demás medios de comunicación y censurar a Proclama del Cauca, negándole la invitación, asunto que se trataba de una mera cortesía.
A pesar de esa actitud, fuimos los primeros en cubrir oportuna y profesionalmente el evento y publicar sus resultados a través de la red.
Claro que nuestra presencia fue extrañada por la mayor parte de los asistentes, como nos lo manifestaron algunos de ellos. Tuvimos que explicar de qué se trataba el impase y el daño que pretendieron causarnos haciéndonos ver como apáticos o desinteresados sobre los acontecimientos regionales.
Olvidó, o no sabe, el señor coordinador de prensa de la Gobernación que ese intento de adulación hacia su jefe es una manera de menospreciarse, buscando formar parte de esa grandeza que percibe en su nominador, y creyendo, equivocadamente, que Proclama del Cauca debe ser proscrito y censurado porque, según se imaginará, quedó de enemigo del actual mandatario tras los resultados electorales o que está en contra del progreso regional y que la primera reunión del mandatario, preciso en Quilichao, sería la oportunidad para congraciarse con él, pero no por su trabajo profesional, sino por el intento de repulsar a la red de medios de comunicación más importante del departamento del Cauca, para que Larrahondo Carabalí “se sintiera bien”.
El señor Hoyos Molina en plena luna de miel envió un mensaje peligroso: “mantener a raya a quienes vayan a criticar al gobernador”.
Eso no lo podemos aceptar porque, precisamente, hacemos parte de quienes ven con optimismo el futuro y sueñan cotidianamente con un mejor Cauca para todos. Por eso, estamos obligados a apoyar e impulsar todo lo que se realice en beneficio de las comunidades.
Pero bueno, como dicen las abuelas: desde el desayuno se sabe cómo va a ser el almuerzo.
A pesar de las circunstancias políticas y de orden público que padece el Cauca, confiamos en la gestión del gobernador Larrahondo Carabalí, y lo apoyaremos en lo que esté a nuestro alcance, con mayor razón porque es de los nuestros, del norte del Cauca, y personalmente he contado con el honor de ser amigo de él y de su distinguida familia, en La Balsa, desde muchos años antes de que Elías soñara con ser el gobernador de los caucanos.
En estas condiciones, ratificamos que es nuestra obligación hacer la crítica permanente para orientar a las audiencias de la manera más transparente posible. Es pertinente aclarar que criticar no es censurar, sino valorar las gestiones a la luz de la razón y del beneficio público. Criticar también es enjuiciar las actividades oficiales para calificarlas de buenas, mediocres o malas, y explicar por qué (1). Esa es nuestra tarea como periodistas y la seguiremos cumpliendo.
Para finalizar, por la experiencia que nos asiste, y a propósito de “luna de miel”, habría que decir que si bien es cierto que la popularidad, liderazgo, y capacidad de incidir en las políticas públicas están en su punto más alto en este período, y que el gobierno que inicia tiene el viento de la opinión pública a favor, pues es natural que al inicio todos quieren estar al lado del ganador y éste quiere extender lo más posible el efecto de arrastre que ofrece el triunfo, también es cierto que tiene fecha de expiración, y que los primeros meses de toda administración transcurren a ritmo vertiginoso; es ahí, cuando comienza la cuesta, cuando deben aparecer los verdaderos amigos y luchadores de toda la vida y cuando desaparecen los oportunistas de primer momento.
Lo anterior, porque es difícil que un gobernante pueda extender indefinidamente el periodo de luna de miel y hay varias razones que explican su caducidad, entre ellas, que las personas, por instinto, se sienten atraídas a la novedad y lo diferente. Por ahora el gobernador es evaluado por la bondad de sus intenciones, no por los resultados de sus acciones; la novedad inevitablemente se agota y el pragmatismo político empieza a pesar más que los ideales, entonces los actos de gobierno tienen que rendirse a las simples realidades y las demandas de resultados concretos frente a los principales problemas, generalmente no pueden satisfacerse con la inmediatez que se exige.
En fin, la Red de Medios de Comunicación Proclama del Cauca inicia el 2020 con el mismo optimismo y deseos de servir que año tras año, en los últimos 38 años, la ha caracterizado, con la absoluta confianza de que continuará creciendo cualesquiera que sean las actitudes políticas o administrativas que se decidan en su entorno.
Obvio que siempre estaremos atentos, gracias al gran equipo profesional de periodistas que nos acompaña, en el propósito de brindar elementos y orientaciones conceptuales, técnicas, metodológicas y normativas para contribuir al fortalecimiento de los procesos democráticos de desarrollo integral y gestión de lo público en nuestro departamento del Cauca.
Por ello, también contribuiremos a hacer más efectiva la gestión pública territorial, a lograr transformaciones institucionales que promuevan el bienestar de la población y el crecimiento de la región, y a generar las sinergias para el cumplimiento efectivo de los planes de desarrollo territoriales, aunque no quieran así entenderlo ciertos mandos medios que intentan, inclusive, dañar la luna de miel.
(1) Manual de Redacción El Tiempo, novena reimpresión, marzo de 2019.