El 1ro de marzo del año 2008, hombres de la Fuerza Aérea, la Policía y el Ejército realizaron la Operación Fenix en Angostura (Ecuador), donde fue abatido el jefe del secretariado de la guerrilla de las Farc, Luis Édgar Devia Silva, alias Raúl Reyes. La operación le permitió al gobierno colombiano incautar varios computadores del jefe guerrillero que detallaban información histórica relacionada con las actividades de las Farc, incluyendo datos que relacionaban, según la inteligencia del Estado, al grupo armado con el gobierno de Hugo Chávez y el gobierno de Rafael Correa, además, de una documentación de una extensa red de cooperantes en varios países de Latinoamérica
El gobierno de Colombia envió los computadores a la Policía Internacional (Interpol) para que se demostrara la veracidad de los correos que estos contenían. Interpol asignó a tres expertos de Corea del Sur, Singapur y Australia para analizar la información. Las filtraciones a los medios hablaban de una supuesta estrategia militar y política entre los gobiernos de Correa y Chávez con las Farc que incluían reuniones clandestinas, compra de misiles a Libia, una estrategia dirigida a desprestigiar al gobierno de Álvaro Uribe y el pago en petróleo y dólares por la liberación de los secuestrados. Según el gobierno, los discos duros tenían 37.872 documentos de texto, 452 hojas de cálculo, 210.888 imágenes, 10.537 archivos multimedia, que pesaban 610 gigabytes.
Así mismo se comenzó a rumorar que el gobierno colombiano había “intoxicado” dichos computadores con propósitos definidos. Una situación que Rangel reconoce en el correo que se filtró y a continuación se publica.
Por esos días un investigador colombiano de la Policía, Ronald Coy, confesó que él mismo había manipulado los computadores antes de entregárselos a la Fiscalía, por órdenes del Estado colombiano. El Ejército negó esta versión. Este correo revela la cercanía de Rangel con el ministro de defensa y sus estrategias para proyectarlo.