Colombia, país de temas insólitos. Y uno de ellos se vivió a una de las poblaciones más turísticas del departamento de Cundinamarca: Agua De Dios, occidente del departamento. ¿Por qué? Porque a finales de 1.800, comienzos y mediados del siglo XX, se llevaron a ese sitio, obligados, a centenares de enfermos de lepra. Cabe precisar que casas para personas con lepra hubo en Tierrabomba (Cartagena), en Contratación (Santander) y en la citada Agua de Dios
La lepra es una enfermedad infecciosa causada por un bacilo que provoca úlceras cutáneas, daño neurológico y debilidad muscular que empeora con el tiempo. Sin embargo, la ciencia logró encontrarle cura y con los años reducir a un mínimo su incidencia.
“Agua de Dios es un milagro social, realmente es un municipio absolutamente fuera de lo común en Colombia por las consecuencias que tuvieron que sufrir, soportar, varias generaciones de colombianos provenientes de todos los rincones del país y de gentes venidas de varios países del exterior que en su momento padecían la enfermedad de lepra”, dijo en investigador Alfredo Serrano Zabala.
“La lepra como conocemos es una enfermedad antiquísima, parece ser que a Colombia llegó traída por los conquistadores”, le dijo Serrano Zabala al periodista Héctor Sarasti quien lo entrevistó en torno a este tema que fue motivo de un documental de su autoría.
“…Cuando resultaba enferma una persona tenían que traerlo los familiares hasta Agua de Dios, tenía que venir por voluntad o ser capturado por la policía. Había una especie de sabuesos que perseguían en todo el país a la gente con la enfermedad para meterlos a los lazaretos”, dijo Serrano al referirse a los lazaretos, leprocomios o leprosarios.
Y prosiguió: “…allí llegaron personas de todos los rincones de Colombia, llegaron personas de países europeos, vinieron personas peruanas, venezolanas y brasileras también...”.
Y puntualizó:
- “…Agua de Dios era un virtual campo de concentración mucho antes de que se conociera lo que hicieron los naziz; Agua de Dios era una cárcel gigante”
- “Muchas personas que llegaban al famoso puente de Los Suspiros en el municipio de Tocaima, que cruza el Río Bogota, allí se despedían los familiares en la mitad del puente y muchos, muchísimos jamás volvieron a ver a esos seres queridos”, agregó
- “… Como era una epidemia solo ingresaba el enfermo quien perdía todos los derechos civiles a cruzar la puerta de este lugar: no se podía casar, no heredaba, no testaba, no podía tener hijos, le quitaron la moneda, le quitaban la cédula, le quitaban la identidad, eso fue un acto terrible que se cometió durante muchísimos años con gentes que venían de todos los rincones de Colombia”, indicó el comunicador.
- “… Por lo menos durante unos 80 años hasta 1963 donde el sitio Agua de Dios es elevado a municipio y un par de años antes cuando la ciencia determinó que no era contagiosa la enfermedad de la lepra le dieron libertad a las personas que estaban allí”, aseveró el periodista.
Para Serrano, “la estigmatización es lo más dramático que puede pasarle a una comunidad. Cabe decir que en los lazaretos colombianos tenían moneda única, Igual hubo pasaporte y otros elementos que volvieron la población en un una cárcel al aire libre, hoy museo para visitar".