La contrarreforma de Ocampo terminará siendo otro mazacote: lamentablemente, Mazzucato desplazó a Piketty como referente en los cocteles o debates, entre eruditos y rebeldes, sin proponer revoluciones, pues simplemente promedia la izquierda y derecha.
Paradoja energética. Aunque el petróleo está mejor domesticado que el hidrógeno, desde la perspectiva técnica y comercial, la Gran Recesión aportó la cuota inicial para el desarrollo de fuentes más sostenibles, y Rusia terminará liquidando a los fósiles.
|Le puede interesar:El hombre al que Petro le debe su victoria en Antioquia ahora en cargo clave
Aquí, excluyendo la excusa de la Cláusula Petro, la ACP reconoció que "Colombia tendría que importar gas en 2026", porque nunca hemos tenido reservas relevantes. Miopes, abundan los retardatarios que abogan por el fracking, para seguir fracturando al ambiente y la sociedad; y, respecto a Lloreda, Germán Vargas recordó un “intento de desinstitucionalización”.
Según el nuevo gobierno, subsidiar combustibles cuesta al erario 3 % del PIB: algo que podría invertir en CT+I, para garantizar la sustitución del petróleo. Denomino ese patrón “legado maldito", pues nos acostumbramos a pagar precios artificialmente bajos, desperdiciando las burbujas internacionales.
Conveniente relatividad. Los astrónomos vislumbra al pasado, y el universo observable no necesariamente es alcanzable, debido a que hay segmentos que se expanden más rápido que los fotones.
Esas anomalías también se reproducen en la economía; verbigracia, jugando a la milagrosa y arbitraria valoración del dinero en el tiempo, los financieros traen al presente ingresos que probablemente nunca existirán.
Horizontes de sucesos. Cual gravedad de agujero negro, la inequidad absorbió al 99 % de la sociedad, fusionando las Pobrezas Oculta y Relativa.
Reaccionando a semejante involución, el bebé del hombre más rico de Colombia rechazó que el sector financiero sea calificado como “parásito que chupa desarrollo a los sectores agrícola e industrial”. Osado, insinuó que su labor es “la espina dorsal de nuestra economía”.
Pero su influencia se limita a los grandes negocios, y el fomento al consumismo.
Debería cambiar de “dealer”. Aquí el 99 % de los agentes económicos son microempresas, y sólo reciben 3 % del total de los créditos. Entretanto, los microcréditos financian “negocios de subsistencia”, y tienen como referencia tasas que están al nivel de las del gota a gota: 38 %.
Celebro que Cecilia López, maravillosa minAgricultura, reconociera que “no tenemos institucionalidad”, pues el crédito nunca se democratizó, y tampoco fue productivo.
Los Bancos Públicos o de Desarrollo “perdieron su vocación”, y comprometió al Banco Agrario a servir al ciudadano, aunque el Banco de la República se dedique a subsidiar a los tradicionales bancos comerciales y de inversión.
El presidente declaró que la Convención Bancaria “necesitaba abrir puntos en común, y posibilitar un diálogo para encontrar posibilidades y acercamientos o por lo menos para saber qué distancia” a lo público de lo privado.
Evocando a Mazzucato, señaló que el Estado debía conducir la economía, “porque la libertad de mercado nos está guiando hacia la extinción".
Finalmente, Maduro anunció que quiere construir un «poderoso sistema tributario» imitando a Estados Unidos, para financiar un Estado de Bienestar. Ignora que eso no existe en dicho país.
