Gasolina:
Píldoras para la memoria, para que no se deje arrastrar de posverdades –mentiras emotivas–.
Iniciemos en 1998 cuando Andrés Pastrana recibe la presidencia de manos de Samper: El precio de la gasolina estaba en $1.608 pesos, y le entrega a Alvaro Uribe cuatro años después el precio en $3.376. Es decir, durante la administración Pastrana (4 años), la gasolina tuvo un incremento de poco más del 100%.
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Durante los ocho años de Uribe, 2002 – 2010, de $3.376, recibe incrementos mes a mes, como si estuviera bajo el régimen UPAC, o una especie de alcancía, entregando el precio a Santos en $7.999 pesos. Es decir poco más o menos un 120 % de incremento en 8 años, lo que nos dice, que fue mayor el incremento durante el tiempo de Pastrana, relativo a la taza porcentual.
Al finalizar el gobierno Santos, el valor del combustible estaba en $8.975. Es decir, tuvo un incremento aproximado del 12 % en ocho años y Duque entrega el precio de la gasolina en $9.523 tomando en cuenta las tarifas diferenciales. Lo que nos indica que Duque solo incrementa un 6 % aproximadamente los precios.
¿Qué le permitió a Santos y Duque no elevar el precio de la gasolina?
Los subsidios a la misma, que al día de hoy, constituyen un déficit de deuda que dejaron tapado ambos; y que, ante la rectificación del rumbo se hace imperativo restituir.
Recordemos que, Pastrana hizo el mayor ajuste en precios relativo a sus 4 años. Que Uribe durante los 8 años, UPAQUIZO la gasolina incrementándola mes a mes; amparado en el alza mundial de los combustibles y el petróleo, pero, cuando los precios comenzaron a bajar, y le pidieron que bajara el precio interno, dijo que NO, porque ese excedente sería un ahorro de estabilización de precios futuro.
La pregunta es: ¿Dónde quedó ese ahorro? Si el ahorro era de los consumidores, con dinero de los consumidores, ¿qué destino tomo?
Algo similar ha sucedido con las sobretasas a la gasolina, con el discurso de mantener la malla vial en las ciudades. ¡Sí, cómo no!
El gobierno ha sido claro en que no desmontará los subsidios al Diésel o ACPM, que es el combustible con que se mueve el transporte público y de carga. De manera que la subida -que no será de un golpe- afectará a los usuarios de gasolina. Y los medios de comunicación, no aclaran esto.
Pero ahora sí, salen los que no tienen inconveniente en pagar el galón más caro, y de parte de los gobiernos de las mayores alzas, a abogar por los motociclistas, cuando una moto consume un mínimo de gasolina por kilómetro recorrido, porque no tiene un motor 4.3 litros, como el de una Toyota Prado, por ejemplo.