Decidí unirme a la campaña de Facebook de apoyo a Francia en su dolor cambiando mi perfil con la tricolor francesa. Los que me conocen saben que soy un 200 % colombiano, pero me empezaron a llegar “post” diciendo que si era que no me dolían los muertos de Colombia. Lo cual me llevó a escribir este artículo.
El dolor por la muerte es un tema personal. Solo aquellos que tienen una relación directa con el fallecido pueden derramar las lágrimas más sinceras. Eso no quiere decir que yo, como colombiano, no sienta el dolor, pesar, tristeza por la muerte de un francés. La solo actitud de ponerse en favor de la procedencia del muerto deja desnuda la falta de sensibilidad por la muerte de cualquier persona.
A mí que me importa si es francés, alemán, colombiano, chino, etc... nadie debería morir por pasiones religiosas, políticas o de pensamiento. Eso es lo que me da tristeza. Algunos colombianos nos volvimos nacro-nacionalistas; es decir, que solo queremos nuestros muertos. Que todo el mundo se mate, ¿aquí solo lloramos por los nuestros? No. Como ciudadano y habitante de este planeta debemos entender que todos vivimos en la misma parcela. Que muchos que viven pensando en su partido, o en su grupo religioso, están discriminando sin quererlo a los demás. No podemos tratar de invadir el pensamiento y la felicidad del otro con la propia, con presiones o por la fuerza. Si eres feliz siendo gay, ¡sé feliz! Si eres feliz siguiendo a Yave, Jesús, Mahoma…¡sé feliz! Personalmente no quiero que mueras porque tienes que ser gay a la fuerza, o que alguien de alguna religión te la quiere imponer a la fuerza. ¡Eso no es humano! La libertad debe ser vista en la medida que no afecte la felicidad y la vida del otro, y esa premisa la debemos defender todos.
El oportunismo de Cabal
El oportunismo es otro tema. La representante Maria Fernanda Cabal aprovecha un hecho terrorista para homologar la situación y crear polémica sobre un tema como es el proceso de paz en Colombia. Es una payasada.
Respeto sus opiniones, pero no comparto que quiera usar a los muertos franceses y colombianos para hacer política o polémica. Un muerto sin importar la nacionalidad debe ser tomado como un síntoma de nuestro planeta y debe ser visto desde la visión global. Nadie debe usar sus muertes como premio! Merecen respeto los muertos de cualquier lugar, porque sencillamente ellos no eligieron serlo y son víctimas de nuestra ceguera social y de estar ausentes de lo que pasa fuera de nuestras casas. Esas muertes son culpa de todos, y todos debemos clamar respecto!
Si uno es capaz de ver un muerto sin la sensibilidad de sentir las razones o circunstancias por las cuales falleció, uno es un muerto viviente. De alguna manera no entender cada muerte nos pone en riesgo a todos. La vida de quienes nos rodean debe ser tan importante como propia. Si no cambiamos el switch de “solo yo” a “somos nosotros” no podremos prometer un mejor planeta para las próximas generaciones.