Fueron milicias claves a la hora de derrotar al Estado Islámico en determinadas ocasiones y desplazarlos de las ciudades que habían invadido para instaurar sus sanguinarios métodos, son mayoritariamente musulmanes sunitas y no son árabes. Fueron aliados claves de Washington en los bombardeos y ataques al grupo yidahista después de que el ejército iraquí saliera corriendo ante la presencia de ISIS sin dar la pelea. Sin embargo, ahora, después de que se ha firmado el acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias occidentales (G5+1) su situación se complica. Ya Estados Unidos no los necesita como aliados incondicionales para luchar contra Estado Islámico, por lo cual su esperanza de tener un estado propio vuelve a difuminarse. La idea de un Kurdistán autónomo ha sido rechazada durante varias décadas no solo por Turquía, también por Siria, Irán e Irak, quienes se niegan a perder parte de sus territorios
Sumado a esto el gobierno norteamericano al parecer no ve con malos ojos los ataques de Turquía al PKK (Partido de los trabajadores de Kurdistán), fundado desde 1978, quienes, desde tres décadas (1984), mantienen un enfrentamiento armado con el gobierno turco, y cuyo líder, Abdullah Ocalan, se encuentra en prisión desde 1999, después de dirigir varios ataques terroristas en Turquía, Alemania y otros países de Europa Occidental.El PKK reclama por un Kurdistán independiente. Sin embargo, Turquía cierra completamente las puertas a esta opción, y han calificado al PKK como un grupo terrorista, también EE.UU. e Inglaterra lo hicieron. La principal razón para oponerse a la creación de un estado independiente para los kurdos es el nacionalismo turco. Por otra parte en retiradas ocasiones se han expresado alegando que su lucha y su conflicto no es contra los kurdos que habitan en su país (una tercera parte de la población total) si no contra el terrorismo.
Desde que se confirmó la firma del tratado nuclear entre Irán y las potencias del pentágono (G5+1), repentinamente, Turquía ha emprendido acciones contra ISIS por primera vez desde que el grupo terrorista comenzara sus ataques en Siria hace más de tres años. A pesar de la presión externa para que interviniera para ayudar a combatir al grupo yidahista, al que anteriormente había ayudado a crecer y que se negó a detener hasta que se convirtió en una amenaza para su propio país afectando sus fronteras. Es entonces cuando el gobierno de Recep Erdogan decide tomar cartas en el asunto, para evitar de alguna manera que tras la firma del acuerdo nuclear iraní la influencia del país persa se expanda en la región. Sin embargo, los ataques de Turquía no han sido solo contra el grupo yidahista que actualmente representa la mayor amenaza mundial. La población Kurda también ha sido blanco de varios atentados.
El 21 de marzo de 2013 el PKK y Turquía entraron en un cese al fuego bilateral y las tropas del PKK se desplazaron a una zona del norte iraquí. Sin embargo, hace más de una semana se han reanudado las agresiones mutuas a raíz de los nuevos ataques en el norte de Irak en donde bombardeos turcos buscan perjudicar a militantes del Estado Islámico quienes también atacan en Siria; y, de igual manera, a miembros del PKK que se han defendido atacando a las fuerzas turcas. Durante las dos semanas que han pasado desde que comenzara la ofensiva turca, tanto por aire como por tierra, se han reportado la muerte de al menos 400 kurdos y otros 400 heridos.
Así como algunos pertenecen a grupos kurdos rebeldes, hay otros que no lo son y también son víctimas de dichos atentados. La gran mayoría de etnias kurdas suelen manifestarse pacíficamente, solo desean llegar a un acuerdo y que se les permita establecerse en un Kurdistán independiente y autónomo que acoja a todos los que se encuentran dispersos en parte de Medio Oriente y en Armenia y Azerbaiyán. Es una historia parecida a la que ha vivido durante mas de 60 años el pueblo palestino en manos de Israel: víctimas de desplazamiento, muerte, constantes ataques e invasiones. Situación que, por ahora, tampoco parece mejorar. Dos pueblos, sin un estado ni nacionalidad propia, una larga batalla, una lucha por su derecho a tener su territorio y un largo camino por recorrer.