Sin desconocer que en la creciente ola de asesinatos cometidos en poblaciones del norte del Cauca, principalmente contra dirigentes de organizaciones comunales, campesinas, indígenas y defensores de los derechos humanos, inciden factores como la formación de las disidencias de las Farc, la aparición del Eln, Epl y otros grupos interesados en copar antiguos territorios de la guerrilla desmovilizada para disputarse negocios ilícitos como el narcotráfico, la minería ilegal, etc. Tampoco hay que ignorar el papel clandestino que ejercen elites económicas patrocinando grupos paramilitares para enfrentar incómodos movimientos sociales que dificultan sus labores empresariales en la región.
Históricamente, y en tiempos no muy lejanos ha sucedido, como aconteció hace 18 años cuando aliados con narcotraficantes patrocinaron la presencia del Bloque Calima en el centro, sur del Valle y norte del Cauca, causando más de 3000 muertes violentas, entre ciudadanos que nada tenían que ver con el conflicto y muchos fueron desplazados de sus tierras, como se desprende de varias investigaciones publicadas por Verdad Abierta y el Centro Nacional de Memoria Histórica en su informe sobre El Bloque Calima compilado en un libro de más de 700 páginas que fue presentado en julio de este año en Popayán y Santander de Quilichao.
En uno de los apartes del informe se lee:
“Salvatore Mancuso afirmó que el político conservador Carlos Holguín Sardi —quien fue gobernador del Valle del Cauca entre 1992 y 1994, congresista en varias oportunidades y ministro del interior del gobierno de Uribe entre 2006 y 2008— le pidió llevar las Auc al departamento en 1996, ante la creciente actuación de la guerrilla. Según el jefe paramilitar, Holguín se reunió en la finca “Cinco Tres”, ubicada en Tierralta (Córdoba), con Carlos Castaño y el empresario Rodrigo García Caicedo, político conservador y expresidente del Fondo Ganadero de Córdoba. El encuentro se había presentado gracias a la intermediación del empresario Edgar Lenis Garrido (quien fue Presidente de Avianca, gerente de Conciviles y Pastas la Muñeca). Mancuso contó que los empresarios dijeron estar dispuestos a apoyar económicamente a los grupos paramilitares, pero que Carlos Castaño les advirtió que sin los recursos del narcotráfico era imposible mantener una guerra de esa magnitud.”
Más adelante, en la página 181 del informe del Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, sobre el Bloque Calima, en el capítulo 3.5, titulado: Reorganización del Bloque Calima. El arribo de HH.
En un aparte se lee:...
“HH asumió la comandancia del Bloque Calima en julio de 2000, lo que significó una ampliación de sectores financiadores de la estructura armada y un incremento del monto exigido a las elites legales e ilegales que aportaban. Según declaró HH, al llegar a la comandancia lo que hizo fue comenzar a buscar recursos económicos para expandir al Bloque Calima. En primera instancia se reunió con varios empresarios, quienes acordaron entregar 250 millones de pesos a alias Gordo Pepe (Byron Alfredo Jiménez Castañeda) exsecretario de Vicente Castaño. Entre los asistentes estaban María Clara Naranjo Palau, gerente del ingenio San Carlos; Bernardo Tezna, gerente del ingenio San Carlos entre 2003 y 2004, Andrés Orozco compañero sentimental de Naranjo; Luis Fernando Castro, ganadero y expresidente de la Plaza de Toros de Cali; Manuel Mosquera, pariente del exgobernador del Cauca Juan José Chaux; y el periodista Mario Fernando Prado. La reunión fue auspiciada por el empresario Edgar Lenis Garrido y se llevó a cabo en la finca Corcovado, que estaba ubicada en Buenos Aires (Cauca) y era propiedad de Manuel Mosquera. (Verdad Abierta, 2015, 28 de octubre)”.
De acuerdo con la sentencia de Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias Monoleche, durante este período se realizó una segunda reunión entre HH, otros integrantes del Bloque Calima y empresarios y ganaderos del Valle y Cauca:
“A la segunda (reunión), que se realizó a fines de 2000 o principios de 2001 en una finca de Fernando ‘Tori’ Castro, Presidente de la Plaza de Toros de Cali, con el auspicio y participación de Hernán Gómez, amigo y asesor de Carlos Castaño Gil y Carlos Spa, ganadero de Córdoba, asistieron los empresarios Ernesto Mejía Maya, Alberto Sinisterra Vélez, Manuel Mosquera, Jorge Humberto Restrepo, Javier Palau, Leonidas Toro, Jaime Tascón y el Presidente de la Asociación de Harineros del Valle (posiblemente Carlos Arcesio Paz, hijo) en cuya oficina se realizó otra reunión, entre otros (Tribunal Superior del Distrito, Sala de Justicia y Paz. Sentencia Jesús Ignacio Roldán Pérez, Medellín, 2014, 9 de diciembre, Magistrado Ponente. Rubén Darío Pinilla Cogollo)".
El reciclaje del paramilitarismo es un hecho y tampoco hay que ignorar sus orígenes históricos para encontrarle soluciones efectivas.
PD: Tarde me enteré del fallecimiento del gran amigo, médico con visión multidisciplinaria y sentido social, polifacético y ameno columnista de El Nuevo Liberal, Jaime Bonilla. Acompaño a su familia en este duro trance.