Durante el primer tiempo de Francia Vs Colombia en el pasado partido amistoso, Carlos Antonio Vélez era el colombiano más feliz. La selección se había salvado de una goleada, jugaba realmente mal y no daba pie con bola. El autodenominado mejor analista del país se frotaba las manos y esperaba que Griezmann y su corte nos metieran seis. Él lleva desde el 2012 esperando que el Argentino se marche para que vuelva en su lugar un amigo como el Bolillo. A él parece no importarle el resultado del equipo sino que le abran el vestuario, que le cuenten chismes, que el entrenador no sea más que otro de sus subalternos. Quedó aburrido: La tricolor se despertó a punta de goles y si, de planteo táctico. Los cambios de Pékerman funcionaron. Vélez, después del partido, se notaba aburrido. Eso sí aclaró que el resultado había sido un accidente en un amistosito ahí de pacotilla. Pero que él quedaba muy preocupado, que nos iban a pasear en primera ronda y que cómo le hacía falta un técnico serio a la selección, que si trabajara. Me imagino que en ese momento debería estar pensando en su amigo Bolillo que a esa hora era goleado seis goles por cero por Suiza.
En uno de los comentarios de esos días expresó su preocupación por Juan Guillermo Cuadrado. Decía que el de Necoclí difícilmente llegaría al Mundial. Lo repetía una y otra vez. En honor a la verdad no sólo él sino otros periodistas. No sé de donde sacaron que tenía veinte días más de recuperación y que en la Juventus difícilmente lo convocarían en lo que quedaba de torneo. Falso. Mientras eso decía su técnico lo convocaba para el partido contra el Milán y no sólo eso, le dio minutos y el volante volvió como los grandes: con un golazo.
Lo preocupante de nuestros periodistas futboleros no es que no sepan, que no tengan fuentes en Europa que es donde están nuestras figuras, sino que no se callen. Hombre, digan que no saben, que no tienen ni idea, pero evítense el ridículo. Cuadrado celebró ayer su gol contra el Milán con furia. Incluso se le salieron lágrimas. Me imagino que no estaría pensando en Vélez. En realidad ya nadie piensa en él. Su modelo de país además no nos gusta. ¿Lo han escuchado hablar de política? Pareciera que añora la guerra. Cuadrado el gol se lo dedicó a la vida que le permitía estar en su segundo mundial consecutivo. Ya nadie lo discute. Pero para mí también se lo gritó a los bocazas. Vélez es el principal de ellos, Vélez y esa bilis que no lo deja vivir en paz, que lo obliga a desearle siempre lo peor a la selección. Para él, lo más importante, no es la selección, es solo sus chivas, su trabajo, su ego
