Todos conocimos el caso de Saludcoop EPS: sus afiliados pasaron a Cafesalud, una entidad que se volvió un elefante inmanejable que no ha podido dar cumplimento, ni un servicio adecuado a sus más de 6 millones de usuarios.
La hermana menor de esta desgracia es la EPS Cruz blanca, que también hace parte de este grupo que ha resultado nefasto para la salud.
Como parte del proceso de reorganización que ha vivido desde hace algunos años, el grupo ha venido cambiando los nombres de sus IPS.
La nueva jugada fue dejar los tres puntos más grandes de atención en Bogotá, ubicados, en la autopista norte con 95, Restrepo y Puente Aranda, para el servicio exclusivo de Cafesalud. Ahora los usuarios de Cruz Blanca quedaron condenados en dos puntos de atención en sitios nuevos que son pequeños para el volumen de casos que deberían atender.
La entrega de medicamentos se hace a través de la misma empresa para las dos EPS, una empresa de nombre Epsifarma, que tiene grandes dificultades para la entrega de medicamentos de alto costo, y que se excusa en que es debido a las fallas en los pagos de las EPS; que los proveedores no les están haciendo entrega de pedidos. Para consultar si el medicamento ha llegado se debe llamar a un Pbx que pocas veces está disponible y que no tiene información adecuada.
La otra opción es comunicarse a la línea de atención al usuario de Cruz Blanca, 6440010, en Bogotá, en el que deberá radicar una solicitud que tendrá al menos quince días hábiles para ser estudiada. Se debe llamar para averiguar el estado del proceso, pero desde hace dos semanas dejó de funcionar.
Resulta muy triste, frustrante, todo esto para los usuario. Las citas con especialidades pueden tardar de tres a seis meses; un examen tipo resonancia, tac, contraste, el mismo tiempo, pero las órdenes tienen caducidad y se debe entonces empezar de nuevo el proceso.
Entre la cita con médico general, la solicitud a especialista, la toma de examen, el control con su médico, la orden de medicamentos e iniciar el tratamiento, puede pasar entonces un año, si es que no se venció alguna orden.
Lo peor es que los usuarios emprendieron acciones de hecho, como las ocurridas en últimas horas en esos sitios, pero el gobierno local y nacional tienen en sus manos la obligación de hacer algo: mejorar el servicio y frenar estas manifestaciones.
