En la tarde del domingo 28 de agosto el nuevo embajador en Venezuela, Armando Benedetti, aterrizó en Caracas con su esposa Adelina Guerrero Covo dispuesto a poner en funcionamiento los consulados de Maracaibo y San Cristóbal. Después de un juramento sin protocolo durante la mañana de este lunes, Benedetti se reunió en el Palacio de Miraflores con Nicolás Maduro.
El embajador será el puente antes de la reunión entre Maduro y Petro que se daría en los próximos días y que terminaría de reestablecer las relaciones con el vecino país que se encuentran cerradas desde el 2015 cuando Nicolás Maduro decidió romper las relaciones con el entonces presidente Juan Manuel Santos.
Durante los cuatro años que duró la presidencia de Iván Duque las relaciones entre los dos países entraron en una fase crítica luego que desde Colombia se reconociera la legitimidad de Juan Guaidó, autoproclamado presidente de Venezuela. Desde que fue elegido presidente Gustavo Petro prometió reestablecer las relaciones comerciales y políticas con Venezuela, reabriendo los puestos fronterizos.
Para darle más peso al restablecimiento de relaciones Armando Benedetti aterrizó en Caracas y sostuvo una reunión con Nicolás Maduro quien vestía un liqui-liqui, traje típico de los llanos orientales que unen a Colombia y Venezuela y que se hizo mundialmente famoso cuando Gabriel García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982 en Estocolmo. Mientras el nuevo embajador de Colombia en Caracas regaló un sombrero volteao el mandatario venezolano regaló un cuadro de Simón Bolívar.
A este gesto se une la rimbombante carta que le dio Petro a Maduro el pasado fin de semana.
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