Título: “Y la Sangre llegó al Nilo”
Autor. Víctor de Currea-Lugo
Editorial: Penguin Random House
Este libro tiene la ventaja de tener relatos y no de recitar discursos formales, académicos o teóricos incomprobables. Mediante un lenguaje cotidiano, propone un acercamiento más agradable para que el lector comprenda los dolores y las realidades de guerras lejanas a la cotidianidad del que no ha vivido una, o al que le ha tocado otra distinta. Puesto que no presume tener la verdad absoluta, por lo menos trae a colación además de dramas de las víctimas, tendencias encontradas alrededor de los conflictos armados que han golpeado regiones del mundo como el Sudeste Asiático, África y Oriente Medio.
Para el lector de Colombia resulta útil acercarse a estos conflictos en aras de aplicar sus enseñanzas al contexto colombiano. Este libro funciona como evidencia para quebrar ciertas afirmaciones “científicas” que circulan en el mundo de la academia. Estas argumentan, erróneamente, que el conflicto colombiano es anacrónico, imposible de entender y diferente a los demás. Lo que conlleva a que no exista solución, y si la hay, debería ser también anacrónica, así como diferente a las demás. Es decir, que así existan decenas de conflictos en el mundo, no se puede aprender de ninguno.
Sin embargo, negar que el tema de tierras como motor de conflicto y las causas de la creación de guerrillas filipinas son similares en el conflicto colombiano, es simplemente un desconocimiento básico de cómo este archipiélago del Sudeste Asiático entró en guerra en los años 60 del siglo pasado. Asimismo, fallar en identificar lecciones provenientes del proceso de posconflicto casi fallido de Sri Lanka al posconflicto del país, pareciera ser más por motivo de ignorancia, que de cualquier otra cosa. Con este libro se podrán hacer este tipo de comparaciones para aportar al debate de la paz en Colombia.
Por otro lado, este trabajo periodístico cuenta con la virtud de despejar dudas sobre conflictos que a diario suenan en los medios, pero de los que poco se sabe, o se sabe por un solo foco de información. Por ejemplo, se cuenta de forma descriptiva cómo la guerra en Irak no se originó por un asunto religioso, sino que sus causas son algo más bien parecido a una cebolla, donde las capas de esta son varios propulsores de conflicto que resultaron en el país que se conoce hoy, donde hay grupos terroristas como el Estado Islámico. Esto se hace por medio de testimonios de primera mano que el autor recogió en sus visitas a tierras iraquíes.
En ese orden de ideas, más allá de clarificar dudas sobre cómo tensiones sociales se convirtieron en guerras, de cómo han transcurrido, o de cómo estas han repercutido en la población civil, “Y la Sangre Llegó al Nilo” rompe mitos que tiene la gente sobre los conflictos internacionales.
Confrontar la idea de la teoría conspirativa alrededor de las guerras internacionales como en el caso sirio; desmentir que el conflicto palestino sea por motivos milenarios, religiosos o culturales; y negar que todos los refugiados que sean musulmanes son terroristas, son algunas de las tareas que cumple este libro desmitificando creencias equivocadas casi que firmadas en mármol por supuestos expertos.
En el caso de que el lector se ponga los lentes de académico para leer este texto, también se puede instruir de las tendencias que se establecen de los conflictos para poder hacer análisis más completos sobre las guerras que se pelean en el mundo. Temas como la política exterior estadounidense, la guerra contra el terror, Europa y los refugiados, acuerdos de paz y posconflictos son de los muchos asuntos internacionales con los que se encontrará en estas páginas.
Y por último, si usted es como yo, que simplemente encuentra placentero el hecho de aprender sobre países y zonas del mundo desconocidas, no se arrepentirá de aventurarse en estas palabras que le cuentan novedades como la Guerra Fría de Oriente Medio. Sí, ese mismo momento histórico en el que se enfrentó Estados Unidos y la Unión Soviética de manera indirecta, pero en este caso es en el presente, es entre Irán y Arabia Saudita y se concentra en una sola región, dividiendo a colectivos, que aunque sean todos musulmanes, se dividen entre suníes y chiíes.