En la Galería Sextante se presentan dos argentinos y un colombiano. Me gusta la diversidad y más allá, los diálogos entre artistas que utilizan métodos inusuales para lograr su objetivo artístico.
Jorge Sarsale, Sin título, Serie Mar de fondo, 2015
Jorge Sarsale que nació en Buenos Aires en 1952 y tiene una mirada diferente sobre la técnica del dibujo. Lo hace en papel sobre papel. El papel recortado es su manera de dibujar. Me interesaron mucho las obras donde recorta y cruza en finas líneas las páginas del directorio telefónico porque la información que, dentro del mundo conceptual, tenía referencias certeras, es hoy en el mundo electrónico coordenadas sin referencias fijas. Por eso su exposición lleva el título de Entrevero, que en el diccionario de María Moliner lo define como: Acción de entreverarse. Confusión, desorden. Mezclarse desordenadamente. Dar variedad a una cosa entremezclando con ella o intercalando otra diferente. Mezcla desordenada entre personas. Una manera muy singular de acercarse al dibujo sin la línea sino con el recorte de papel. Una forma de dibujar con papel que lleva una información desordenada. Como siempre, en esa técnica importa el primer plano y el efecto puede ser sorprendente.
Teresa Pereda, Serie dibujos de agua, 2015
La otra artista, Teresa Pereda, es también argentina, nació en 1956 y su obra que lleva como título Agua que no se detiene, ensaya el grabado entre el agua, la tierra y el carbón. Insólito pero verdadero. Resulta ser un experimento poético con y sobre la tierra. Otra manera de buscarle voz al mundo del medioambiente que, obviamente es su prioridad. La expresión de la naturaleza la plasma en la contradicción del soporte que es el metal.
Se trata de dos artistas que encontraron la manera de invertir los procesos o de contradecir métodos de expresión.
En la nueva sala —cabe anotar que Sextante tiene como particularidad multiplicar los espacios— se encuentra la obra del colombiano antioqueño Luis Fernando Peláez que su arte congrega una poesía especial. Su mundo artístico es eterno porque propone un viaje sin destino en una maleta sin rumbo.
Luis Fernando Peláez, Sin título, 2014
Primero, vinieron los horizontes marinos desde donde algún ser humano imaginaba las rutas de la nostalgia. Después sus obras continuaron con el mismo tema de la arrancia. Crónicas del ser humano de una vida encapsulada en el enjambre que espera imposible. Y, es verdad; el ser que se queda viviendo lo cotidiano observa cómo ve la vida diferente; la historia de siempre, la vida de los que queremos irnos y dejar atrás el pasado para descubrir otro presente.
La vida postergada, es un tiempo que sigue su rumbo mientras Luis Fernando Peláez insiste en ese recurso nostálgico del recuerdo de un viaje imposible donde queda la cotidianidad en presente continuo. Mientras la vida sigue los cambios y los asombros de un viajero atrapado, donde la vida no es diferente y donde las horas se confunden con el paso del tiempo.
