El Diamante está a seis horas de San Vicente del Caguán sobre las sabanas del Yarí en el Meta, y cerca a Tranquiliandia; el gran laboratorio de coca de Pablo Escobar y allí instaló el comandante máximo Timochenko la décima conferencia de las Farc que reúne a 200 guerrilleros representantes de todos los bloques activos de las Farc.
Para llegar hasta aquí desde Florencia hay que pasar por Montañita, el pueblo donde el comandante del Bloque Sur Fabián Ramírez secuestró a Ingrid Betancurt en el 2002. También se atraviesa el Doncello el pueblo donde Timochenko dio sus primeros discursos politicos en los salones de clase de la Institución Educativa Pública y en la región donde Iván Márquez se dio a conocer cómo dirigente sindical. Y más adelante está Riocito, el puente que marcaba la frontera de la zona de despeje en el Caquetá durante el proceso de paz de Pastrana. Ahí sigue la base militar de la Arandia desde donde se realizaban las duras operaciones contra el Bloque Sur de las Farc y se coordinaban las operaciones de fumigación a sembrados de coca en el sur del país.
De allí a casi una hora está San Vicente del Caguán que por estos días se puede caminar en las noches porque hay policías y militares cada 100 metros. Los niños han vuelto a jugar básquet en el parque, los estancos a vender Póker y los puestos de comida ya no cierran antes de media noche. San Vicente del Cagúan no es lo que era hace seis años cuando terminó el Gobierno de la Seguridad Democrática donde por las calles no transitaba un solo peatón.
En el camino hasta allí se leen grafitis que dicen “No queremos a las petroleras, queremos nuestros ríos vivos”. Por eso. la semana pasada el ESMAD hostigó a los campesinos, algunos murieron, y otros de ellos van a votar por el NO. Así como también van a votar NO algunos camioneros y pequeños comerciantes de ganado. Van a votar NO porque tienen miedo. Tienen muchas preguntas, dudas que los siete acuerdos no les han podido aclarar y por eso prefieren quedarse en lo conocido. Tienen miedo de que les quiten las tierras, tienen rabia de que los guerrilleros vayan a tener un sueldo que ellos se han tenido que sudar, tienen rencor porque muchos han tenido que pagar vacuna a las Farc toda la vida aquí en el Caquetá.
De San Vicente hacia El Diamante hay que pasar por Villa Nora, hasta donde llegaba Marulanda cuando tenía que encontrarse con delegados del alto gobierno en las negociaciones de paz del Caguan. Allí está el último puesto de control del Ejército. En este punto, emblemático, empieza el territorio de las Farc. Por esto, para los 350 periodistas que nos desplazamos para cubrir la X Conferencia, todo resultaba nuevo. Nadie nunca había podido estar allí. Empezaron las seis horas por una trocha bien mantenida por los finqueros que ponen una cuenta semestral porque por aquí todavía no ha alcanzado a llegar el gobierno. Por estos días las Farc la han dejado lista para el tránsito de los asistentes al Diamante y los cientos de vecinos que se esperan para el concierto de clausura de la última conferencia de las Farc armadas. Se dice tienen previstas 100 cabezas de ganado para el gran asado de ese día.
Los dos meses de trabajo invertidos en este campamento no se perderán porque será la sede de una de las zonas veredales del oriente. Cien guerrilleros y cien civiles trabajaron 24 horas seguidas durante un mes para levantar El Diamante. Se necesitaron aproximadamente 200 kilos de comida dirario y se trajeron 30 mil bebidas. Un guerrillero construye una caleta –el cambuche guerrillero-, en 4 horas y para recibir a los periodistas e invitados construyeron 500 caletas. También han construido camarotes y nueve casas de madera con pisos sólidos para alojar a los miembros del secretariado. La sede cuenta también con un restaurante donde se suministra comida por 15 mil pesos. Edgar González es el chef, hijo de una familia de cocineros huilenses a quien le están reconociendo 140 mil pesos diarios para que cocine para 600 personas. Las Farc pone los alimentos.
El Bloque Oriental en cabeza de Carlos Antonio Lozada es el que ha estado al frente de está construcción. Otros frentes han apoyado con un grupo de 50 guerrilleros que ha estado encargado de la elaboración de los pendones; la unidad de propaganda. Como hay más de 30 camionetas doble cabina para transportar a los miembros del secretariado instalaron una estación de servicio Terpel cuyo combustible se aprovecha para alimentar la planta de energía necesaria para las actividades posteriores a las reuniones de ocho horas cuando empieza las actividades culturales y de socialización.
El grupo de reggae Alerta Kamarada, traído desde Bogotá, será uno de los platos fuerte así como la cantadora Totó La Momposina que ofrecerán conciertos durante los siete días que dura el evento. Muy a los ocho de la mañana Timochenko encendió el microfono de la tarima para inuagurar La Décima Conferencia de la que los periodistas solo sabremos lo que las Farc oficialmente informe a través de comunicados leídos cada noche al final de la sesión.