Hay perlas que uno se encuentra y, en vez de pensar en su valor incalculable, solo dan ganas de gritar qué significa esto.
“Nadie pretendió con el enfoque de género incorporar a nuestro ordenamiento jurídico por la puerta de atrás (sic) la denominada ideología de género, que este gobierno no comparte”.
Estas palabras son copiadas textualmente de la columna dominical que le da el periódico El Tiempo al señor Juan Fernando Cristo, ministro del Interior y conocido como el ministro de “la política”.
Lo conocemos de tiempo atrás, como uno más que pasó de agache en el vergonzoso gobierno de Samper y sus ochomiles y elefantes de colores, junto a Serpa y otros amigos. Bien lo definió hace poco el muy poco interesante Andrés Pastrana, cuando dijo de él que fue “el hombre a quien se le paró el elefante. Cristo jugó con el elefante, él fue testigo de cómo el elefante en el proceso 8.000 rompió la cristalería y cómo el elefante entró a la sala”.
Pero no venimos a hablar de cristalerías rotas, sino de frases que dicen mucho.
Una de las lanzas principales de los promotores del No en el plebiscito no era otra cosa a que con el acuerdo de paz entraba a Colombia la temible ideología de género, y esa lucha la dieron con ganas el siniestro señor Ordóñez y las Iglesias.
Sin embargo, era claro la falta de validez de lo anterior: El tal acuerdo jamás le dio cabida a la llamada ideología de género, simplemente dentro de un antipático lenguaje incluyente, no hizo sino hablar en forma repetitiva hasta el cansancio de los ciudadanos y ciudadanas y los amigos y las amigas y las chicas y los chicos.
Jamás se habló de ideología de género, máxime si una de las partes, las Farc, son ampliamente conocidas por su posición en la materia y la subvaloración permanente que tiene sobre la mujer. Y blablablá Santos y demás amigos silenciosos frente al tema.
Pero del gobierno hubiera creído que el asunto sí llama la atención, al menos en teoría y recordando el paso de la ministra Parody, pero con las claras palabras del señor Cristo queda diáfanamente expuesto que la denominada ideología de género no es compartida por el gobierno.
Tampoco se esperaba más.
Y hablando de …
Y hablando de esperar y de las necesidades gubernamentales para obtener ingresos gracias a la reforma tributaria, ¿no se habrá pensado en reducir el cuerpo legislativo a una quinta parte y que reciba cada uno una quinta parte de su llamativo ingreso?
No, parece que de esas pendejadas no se habla.
