Un nuevo conflicto de intereses confronta al presidente de la Universidad La Gran Colombia, el señor José Galat Noumer, con toda la comunidad académica grancolombiana, que desde hace años lucha de todas las maneras posibles, exigiendo la salida de José Galat como alto directivo de la universidad y del canal universitario Teleamiga Internacional. Este conflicto se ha exacerbado con la visita del papa Francisco a Colombia.
El señor José Galat, próximo a cumplir los 90 años, es un abogado y político ultraconservador colombiano, presidente y rector de la Universidad La Gran Colombia, y presentador de un programa de televisión por el canal Teleamiga Internacional. En las últimas semanas José Galat causó una gran agitación en toda la comunidad católica colombiana por realizar polémicas afirmaciones en contra del papa Francisco, afirmando que es un “falso papa”, un “farsante”, un “hereje” y quien “le pavimenta las puertas al anticristo”. Se produjeron voces de rechazo desde todos los sectores de la iglesia en el mundo, monseñor Pedro Mercado declaró que José Galat quedó excomulgado de la Santa Iglesia Católica el pasado mes de julio, la Conferencia Episcopal de Colombia consideró que Teleamiga no podría ser considerado un canal católico y pidió a sacerdotes, religiosos y laicos que dejaran de ver los programas del canal.
La más perjudicada con este conflicto ha sido la Universidad La Gran Colombia que es la verdadera propietaria del Canal Teleamiga Internacional. Pues a pesar que el canal actualmente ofrece contenidos estrictamente religiosos y ajenos a la comunidad académica, inicialmente Teleamiga fue concebido como un canal universitario que sirviera para difundir las actividades, innovaciones, publicaciones, semilleros y producción académica de la Universidad La Gran Colombia.
Este año el Honorable Plenum que es el organismo máximo de la Universidad La Gran Colombia informó que se está instaurando una reforma de estatutos con el objetivo de reducir y controlar los poderes infinitos de José Galat en la universidad. Sin embargo, el señor José Galat ha restringido las funciones del órgano principal de la Universidad, ha impedido el acceso de los plenarios a las sesiones programadas y ha saboteado el ejercicio de las funciones estatutarias de verificación y fiscalización de la gestión administrativa en la Universidad.
Los estudiantes manifiestan que José Galat lleva más de 5 años sin pisar la universidad, pero eso no le ha impedido permanecer a la cabeza de la Gran Colombia por más de 36 años. Un estudiante afirma “Galat no tiene apoyo alguno entre los estudiantes, docentes o administrativos, desde 2005 todos los colectivos de estudiantes exigen su salida de todas las formas posibles, sin embargo, el Ministerio de Educación nunca ha considerado válidas las exigencias de los estudiantes”.
El señor Diego Arango, exgerente y cofundador del canal Teleamiga, fue el primero en ser víctima de los despedidos injustificados de José Galat, por su estrecha relación de apoyo al papa Francisco. En febrero de 2016, Diego Arango denunció ante la prensa local: “José Galat, rector de la Universidad la Gran Colombia, presume que el prelado de la Iglesia Católica es el "falso papa", obteniendo el apoyo de la Conferencia Episcopal de Colombia. José Galat negó todas las afirmaciones de Diego Arango aseverando: “No he dicho que Francisco sea un falso papa, si me dejan dudas algunas afirmaciones de él que contradicen los dogmas”. Ahora un año después y luego de todos los titulares de prensa de Galat en contra de Francisco, no resulta descabellado afirmar que Arango sufrió un despido sin una causa justificada.
El carácter cristiano y la relación con la Iglesia fueron determinantes cuando Julio César García Valencia fundó La Universidad La Gran Colombia hace más de 66 años, por esa razón el cristianismo ha sido un pilar y un principio filosófico institucional de la universidad. Irónicamente el pasado mes de diciembre, el nieto del Fundador de la Gran Colombia, el sacerdote Juan Guillermo García, realizó un video denunciando que había sido destituido de la Universidad y del canal Teleamiga Internacional por haber manifestado abiertamente su respaldo y afecto por el papa Francisco. El sacerdote García contaba con la gran aceptación y el respaldo de los miembros de la comunidad universitaria, por ese motivo, Galat decidió destituirlo en la temporada vacacional para invisibilizar la reacción y la indignación de los estudiantes grancolombianos.
El caso más reciente fue el del sacerdote Fernando Alberto Olaya, coordinador de la Pastoral Universitaria en la sede Armenia (Quindío), hace menos de un mes, el 16 de agosto de 2017 cuando fue destituido de la universidad por manifestar su respaldo a la visita del sumo pontífice. Esta destitución produjo una nueva ola de indignación entre los estudiantes administrativos y profesores.
La Universidad La Gran Colombia tiene un modelo pedagógico sociocrítico que forma profesionales que cuestionan, investigan, promueven, critican y están dedicados a producir cambios en la sociedad. Los docentes tienen la más alta formación y el más amplio compromiso en la construcción de una academia abierta, libre, diversa, amplia y la consolidación de una Colombia en paz. Hace pocos meses La Gran Colombia graduó al estudiante con el mejor ECAES en la Facultad de Derecho, quien antes de recibir su grado lanzó una enérgica crítica a las políticas administrativas de José Galat.
Y es que en la Gran Colombia, abundan los estudiantes, líderes y profesores inconformes que no aceptan que la universidad en la que estudian y su futuro académico y profesional estén tan estrechamente ligada a la imagen de José Galat, alguien totalmente alejado de los principios de la universidad.
Los estudiantes de la universidad hacen un llamado al papa Francisco, al Ministerio de Educación y a la Conferencia Episcopal de Colombia para que los apoyen en la titánica y eterna tarea de librarse del “demonio de la soberbia” como le dicen a José Galat.
Un líder estudiantil grancolombiano manifiesta: “Queremos una Gran Colombia renovada, libre, sin odio, abierta a la paz, el amor y la reconciliación, queremos una universidad donde podamos encontrarnos todos, que nadie sea discriminado por su preferencia sexual, religión o corriente política, trabajamos incansablemente por una universidad con la alta calidad y alta producción académica y lo que más nos importa es lograr un gran impacto social, pues cito las palabras del papa Francisco en su discurso a los jóvenes de Colombia: 'La juventud los hace capaces de algo muy difícil en la vida: perdonar, no se dejen robar la alegría, no le tengan miedo al futuro, atrévanse a soñar a lo grande, no tengan vuelo rastrero, vuelen alto y sueñen grande, ayuden a los grandes a entrar en la cultura del encuentro, ayuden a los mayores a no acostumbrarse al dolor ni el abandono, que las dificultades no los opriman, que la violencia no los derrumbe, los jóvenes son la esperanza de Colombia y la Iglesia”