El país se acostumbró a mirar al Chocó cuando se presentan tragedias naturales o hechos graves de orden público, verbigracia Bojayá o casos de corrupción con grandes titulares. Se acusa a la clase política regional por su incapacidad de ejecución y es común la expresión, "que los chocoanos se roban toda la plata que asigna el Gobierno Nacional".
Sin entrar a defender la baja capacidad de ejecución de las autoridades regionales, es el momento de analizar qué es lo que realmente sucede en ese departamento con la ejecución de sus obras públicas, que hoy con la política intervencionista del Gobierno Nacional se muestran fracasos evidentes.
En el departamento del Chocó, está intervenida la salud, la educación, el acueducto de Quibdó, en proceso de liquidación; las vías las construye Invias, pero pese a toda esta política publica, sin pagarse aun la deuda histórica del país con la región, la forma como se han venido manejando los recursos asignados al departamento, con la política intervencionista, se muestran pésimos resultados y nadie pero absolutamente nadie dice nada y continúan los fracasos.
Un rápido repaso de los medios nacionales en los dos (2) últimos meses, da cuenta de la liquidación del Hospital San Francisco de Quibdó, luego de muchos años de intervención por la Superintendencia de Salud por su evidente fracaso, en la recuperación de su principal centro de atención médica del Chocó.
En vías, se presentó hace menos de dos(2) meses un derrumbe en la trocha de la muerte Quibdó-Medellin, mostrando el INVIAS, que no ha tenido capacidad de remover 100.000 metros cúbicos de derrumbe, dejando toda la responsabilidad en el Consorcio Constructor de la pavimentación de la vía, que, con la maquinaria disponible para un contrato, no tiene capacidad de atender una emergencia de esta magnitud ante la impasividad del ente rector de las vías nacionales, que no es capaz de echar mano a medidas de emergencia y mantiene hoy incomunicado al Choco con Antioquia, trocha tradicional, con los naturales incrementos de costos de transporte en suministros a la región, sin que nadie rinda cuentas. Esto sin entrar a mirar los resultados de los contratos de pavimentación en las vías de la región, cuyos avances alguien debe de explicar.
Para colmo de males, toca hacer pública la falta de resultados concretos del plan del Vicepresidente Vargas Lleras, Aguas para la Prosperidad en la región. Este jueves 4 de agosto vence el plazo, si no han dado más prórrogas del contrato suscrito en el año 2013, con la Unión Temporal Redes del Choco, para dotar de servicio de agua permanente a Quibdó, por un valor cercano a los 43 mil millones de pesos. Hoy, después de tres (3) años de extender redes por todo el perímetro urbano, no hay agua que permita utilizar las nuevas redes y seguramente sucederá como siempre ha sucedido en la región: redes deterioradas por falta de uso.
No se puede decir que no se han hecho inversiones, que, sabemos son pocas para las inmensa deuda histórica del país con el Chocó, pero lo que a todas luces muestra un fracaso es la política intervencionista del Gobierno Nacional en Salud, en vías y ahora en agua potable
Alguien debe explicarle a los habitantes región esta situación paradójica, que luego de una inversión importante del Gobierno Nacional no se alcancen los objetivos que predicaban hace varios años los medios nacionales de que ahora si se tendría agua permanente en Quibdó.
Al Vicepresidente Vargas Lleras, jefe de la locomotora de la infraestructura, le toca llamar a sus segundos en el sector que expliquen esta terrible realidad, de no haberse podido lograr las metas trazadas luego de tres años de ejecución de un contrato.
Hay responsabilidad desde el Viceministerio de Ambiente, Superintendencia de Servicios Públicos, Findeter, Empresas Públicas de Medellín operador del sistema así como de las autoridades locales que no han denunciado a tiempo la incapacidad que también han demostrado las Entidades nacionales en su política intervencionista.
En este nuevo caso de desgreño administrativo y técnico hay casos aberrantes de licitaciones públicas de un alto monto, adjudicadas a un único proponente, que en este caso correspondió al mismo contratista de las vías fracasadas de la región, Grupo Solarte, que sin ser especialista en la construcción de acueductos en ninguna ciudad grande del país, decidió hacer sus primeros pasos en agua probando con las gentes del Chocó con resultados a la vista.
Frente a esta situación de las obras de la región el Chocó, tiene la palabra el Vicepresidente Lleras, que no le solicitamos nos hable de Paz, sino que nos hable de estos temas a ver si empezamos a entender dónde está el problema de obras públicas en la región del Chocó.
Si bien hoy estamos hablando del Chocó, no nos extrañemos que el mal cunda y en la Guajira hoy en proceso de intervención pase lo mismo.
@chamatingos1
