En los últimos días en El Peñón, residentes y comerciantes han alzado su voz de descontento frente al cobro por parqueo en zona pública que iniciaría este jueves 1° de agosto. Dicho cobro hace parte de las Zonas de Estacionamiento Regulado (ZER) contempladas en el Plan de Desarrollo del alcalde Maurice Armitage, reglamentadas por el Acuerdo 0452 de 2018; el cual crea nuevos modos de financiación para el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM), proyectando así la creación de 12 ZER en sitios de la ciudad con mayor de demanda de parqueaderos.
La implementación de esta medida se realizará a través de un piloto en la zona de El Peñón, la cual tendrá 241 zonas de parqueos para automóviles y 62 para motocicletas. La supervisión de esta fase estará a cargo de la Asociación de Municipios del Oriente Antioqueño (MASORA), responsabilidad adjudicada por medio del contrato interadministrativo N° 4152.010.27.1 de la Secretaria de Movilidad de la ciudad de Cali, en el que no hubo licitación alguna.
Se preguntarán por qué la molestia de los residentes y comerciantes de El Peñón ante este nuevo cobro. En primer lugar, porque es una medida inconsulta, en la que la comunidad no fue convocada a participar sobre su viabilidad, ni fue socializada. Segundo, la administración municipal no previó los efectos que esta tendría sobre las condiciones de vida y actividad económica de los habitantes de El Peñón, como por ejemplo: la reducción de los ingresos de quienes trabajan en la zona, debido a que se estima que tendrán que destinar alrededor del 15% de su salario para pagar ocho horas de parqueo diario, pues la fracción quedará entre $2.500 y $2.900 pesos para automóviles y entre $600 y $800 [1] pesos para motos. Por otro lado, la disminución de las ventas de los comerciantes, ya que la población que frecuenta esta zona de la ciudad seguramente preferirá desplazarse a lugares en los que no estén obligados a pagar por el parqueo en zona pública y menos está interesada en usar el deficiente servicio del MIO que para esta zona solo cuenta con tres rutas y un funcionamiento hasta las 10:30 p.m.
Con este nuevo cobro que destina más recursos al MIO se pretende seguir escondiendo el fracaso y la inviabilidad económica de este sistema de transporte, que hoy se sostiene con el incremento de las tarifas, inyecciones presupuestales del municipio y más recientemente con la mayor parte del recaudo de la Secretaria de Transito (multas, prestación de servicios, etc.), recursos que anteriormente eran destinados para mejoramiento de vías.
Llamo a la ciudadanía a enterarse y alzar su voz de rechazo ante este tipo de medidas que desconoce la opinión de la población para salvar a unos pocos operadores del SITM-MIO. La población caleña ya ha hecho suficientes esfuerzos tributarios para mejorar el servicio de transporte masivo y no tenemos un transporte digno.
Un impuesto más empeora la ya crítica situación de una población empobrecida por las políticas de la mayoría de gobiernos nacionales y locales. Esto no lo vamos a permitir.