Y como no creerle al hombre si tiene maestría en Yale, trabaja en el BID y es profesor de economía ambiental de una prestigiosa universidad del centro de Bogota. Él, como Clopatofsky tiene tanto viento en la camiseta como para saber que el problema realmente no son los carros, ni los 38 tipos de residuos que produce, ni el espacio que ocupan, ni los dos kilos de CO2 que envían a la atmósfera nada de esas pendejadas "castrochavistas".
¿A quien bendito se le ocurre que es urgente cambiar la forma de movilizarse dentro de una ciudad cosmopolita como Bogotá? Lo que hay que hacer es tumbar andenes y separadores y construir la tan ansiada avenida de los cerros orientales que conecte más rápido la Calera con Andrés D.C.; que incluya autopista de dos niveles y ojalá de ocho carriles por la 26 de manera que por fin sea posible la separación humana entre ricos y pobres o mestizos e indígenas como lo propone Paloma Valencia.
Además es un derecho constitucional de la gente de bien tener al menos dos autos uno para el pico y placa y otro para ir al club campestre Guyamaral el domingo o por lo menos esperar las cuatro horas reglamentarias en la autonorte a punta de acelero-freno-pito, ¿Quién nos puede quitar la dicha de ir a 6 km por hora en trancón?
Igual si el problema es la gasolina no habrá por qué preocuparse hay suficiente para que usted o yo vayamos durante los próximos 7 años hasta Carulla a comprar el pan. Y por el tráfico no nos asustemos que pocos seremos los elegidos para pagar un galón. ¡Y que carambas ala! Cuando se nos acabe pues nos pasamos al gas, o si no licuamos carbón y si no funciona pues apelamos a la combustión de llanta, que gracias a Dios es una reserva que va en aumento, fruto de los nuevos yacimientos en Fontibón.
¡Pero no podemos ni por el berraco dejar que nuestra economía deje de depender del crudo!, Dios no quiera nos libremos de la enfermedad holandesa y nos veamos obligados a tener que andar en bicicleta como esos mechudos del norte.... ¡si los derrames y los subsidios para la extracción del petróleo son los que han sostenido los pilares de esta nación!, además el petróleo ha prestado un servicio social regio en la limpieza de tanta maleza y de tanto árbol innombrable, que no permitía construir más vías, en pocas palabras la gasolina que tan eficientemente alimenta los pichirilos es el corazón de la civilización occidental, en otras palabras es la que “defiende la democracia maestro” si no pregúntele a los del paro camionero.
Ahora, el que ya no quiera andar en carro, ¡que le alquilen un helicóptero en chapinero!, al fin y al cabo los de Aviatur gastaran más gasolinita y puede que contaminen un poquito más, pero le van a prestar servicio inmarcesible a tantos ejecutivos pujantes desde las seis de la mañana hasta media noche. ¿Y el resto de los zarrapastrosos pobres? ¡que ocupen el lugar que se merecen que se unan a los otros dos millones trescientos mil enlatados que viajan en transmilenio!
Y a los demás que se nos quieran salir de los moldes andando en bicicleta, ¡pongámosles a pagar SOAT!, así sabrán que sus maquinitas, no podrán andar por ahí estorbándole a los carros, sin consumir gasolina y sin pagar impuestos.
