Advertencias
En Abril de 2017, el volumen 23 de la revista Current Opinion in Virology, presentó un review escrito por Menachery, Graham y Baric, en cuyo inicio se advierte claramente: “La transmisión zoonótica de nuevos virus representa una amenaza significativa para la salud pública global… En el caso de los coronavirus (CoVs), existe una gran diversidad de ellos dentro de las poblaciones de murciélagos, colocándolos en una posición privilegiada para originar futuros eventos de emergencia de nuevas enfermedades”.
Debo anotar, que estas afirmaciones no fueron hechas a la ligera; los investigadores emplearon estudios y referencias conocidas acerca de los aspectos involucrados en sus conclusiones. En primer lugar, concentraron su análisis en los murciélagos debido a la gran cantidad de información que los relaciona con el fenómeno investigado. Tal como lo mencionan Anthony, Epstein, Murray et al. (2013), los murciélagos son una de las fuentes más abundantes de nuevas especies de virus. Su gran diversidad y su larga historia de coevolución con patógenos, facilitan la mezcla de patógenos de especies diferentes, y el mantenimiento de reservas de cuasi-especies de virus, que tienen la potencialidad de infectar nuevos huéspedes.
Adicionalmente, los murciélagos rara vez muestran signos de enfermedad al ser infectados por virus y, como resultado del vuelo, acumulan cantidades de Especies Reactivas de Oxígeno (ROS) las cuales, han mostrado tener un efecto mutagénico sobre los genomas virales. Por otro lado, la producción constante (expresión constitutiva) de Interferón tipo I (IFN-I) se constituye en un factor de selección que obra sobre los mutantes virales para favorecer las variaciones que presentan mayor resistencia a los mecanismos antivirales del sistema inmune. Por el contrario, la ausencia de mediadores claves de inflamación en los murciélagos, favorece la supervivencia de variedades virales que podrían producir respuestas inflamatorias masivas, como aquellas que se presentan en las infecciones humanas por SARS-CoV y MERS-CoV (los dos virus responsables del Severe Acute Respiratory Syndrome y del Middle East Respiratory Syndrome, respectivamente).
Con la información recopilada hasta este punto, el artículo presenta una primera conclusión: “las condiciones únicas presentes en los murciélagos, con las cuales, se posibilita el mantenimiento de reservas genéticas de cuasi-especies virales, contribuyen también a la diversificación de estas cuasi-especies e incrementan la probabilidad que alguna de ellas llegue a infectar nuevos huéspedes”.
Luego de poner sobre el papel la probable emergencia de un nuevo virus de origen zoonótico, capaz de infectar el ser humano, entre otras especies; los autores presentan a continuación, un grupo de estudios que muestran evidencias experimentales de la posible evolución de un nuevo coronavirus (CoV), a partir de otro preexistente con huésped diferente.
Los CoVs, son virus RNA que poseen una compleja maquinaria de replicación con la cual, intentan mantener la fidelidad de sus copias frente a la variabilidad generada por la recombinación, la transferencia horizontal de genes, la duplicación genética y la transcripción de Marcos Abiertos de Lectura alternos. Es precisamente esta fuente de variabilidad la que puede expandir la capacidad funcional de los CoVs para permitirles infectar nuevos huéspedes. Para ello, sus proteínas deben cambiar lo suficiente para que el virus pueda superar las barreras inmunes e ingresar a las células del nuevo huésped, manteniendo las funciones virales más importantes. Una función que define la posibilidad de producir infección, es la propiedad de unirse a un receptor en la membrana de la célula huésped; en el caso de los CoVs esta propiedad depende de las características de la proteína spike, una molécula en la que se distinguen tres sectores, el sector S1 que contiene el dominio de unión al receptor (receptor-binding domain o RBD), el sector S2 en el cual se encuentran los elementos necesarios para entrar en la célula, y un sector con funciones estructurales.
Para probar la trascendencia del sector S1 en la emergencia de un nuevo CoV, Sheahan, Rockx, Donaldson, Corti y Baric (2008), desarrollaron varios virus quiméricos como el SZ16 a partir de la cepa SARS-CoV aislada de Paradoxurus hermaphroditus (Pallas, 1777), y el HKU3 a partir de la cepa HKU3-CoV, presente en los murciélagos y a la cual, se le insertó el RBD del virus SARS-CoV. Como resultado de estas manipulaciones, los investigadores obtuvieron algunos virus que mostraron ser capaces de infectar células humanas. Otros estudios realizados alrededor del 2010, evidenciaron que la modificación del RBD no es la única forma de obtener variantes virales capaces de infectar al ser humano.
Menachery, Graham y Baric, en su review de 2017, consignaron una última recomendación dentro de sus conclusiones: “Teniendo en cuenta la globalización, la destrucción de hábitats en los países en desarrollo y la desigualdad entre las infraestructuras de salud pública; la supervivencia y amplificación de nuevos coronavirus dentro de las poblaciones de murciélagos, se ha convertido en una acechante amenaza”.
SARS-CoV-2
SARS-CoV-2 es el nombre del virus asociado a la Enfermedad del Coronavirus 2019 (COVID‑19). Este es un nuevo coronavirus (CoV) zoonótico cuyo dominio de unión al receptor (RBD) tiene un papel clave en la estrecha interacción que se presenta entre este virus y el receptor ACE2 de las células humanas, durante el ingreso del virus a la célula huésped. El estudio de mutaciones en el RBD, evidencia la aparición de mutantes virales bajo una alta presión positiva de selección durante la expansión de la epidemia; por lo cual, el SARS-CoV-2 ha evolucionado en formas que son cada vez más infectivas: los mutantes aislados en Wuhan, Shenzhen, Hong Kong y Francia presentan una unión más estrecha con el receptor humano, que la cepa original Wuhan-Hu-1. Ou, Zhou, Zhang, Lan, Zhao, Wu, y Zhang; en su preprint de marzo de 2020, advierten que este aumento en la afinidad del virus por el receptor humano, muestra que existe un mayor riesgo de observar infecciones más severas, mientras mayor sea el tiempo que se mantenga la pandemia.
En cuanto al virus progenitor del causante de la COVID-19, Grifoni, Sidney, Zhang, Scheuermann, Peters y Sette (2020) analizaron la secuencia del SARS-CoV-2 (COVID-19), identificando multiples regiones de alta homología con el SARS-CoV (SARS). De igual forma, Li, Zai, Zhao, Nie, Li, Foley y Chaillon (2020).encontraron que el SARS‐CoV‐2 tiene una mayor similaridad con la secuencia BetaCoV/bat/Yunnan/RaTG13/2013, presente en una muestra tomada de murciélagos, que con las secuencias de coronavirus aislados de otros animales.
Señales ignoradas
En Abril de 2017, se nos advirtió que la transmisión zoonótica de nuevos virus constituía una amenaza para la salud pública global; adicionalmente, se puso de manifiesto el posible surgimiento de nuevas especies de Coronavirus (CoVs), a partir de las poblaciones de murciélagos.
La evidencia presentada indicó además, que el nuevo virus podría producir respuestas inflamatorias masivas, como aquellas que se observan en las infecciones humanas por SARS-CoV y MERS-CoV.
Finalmente, los autores mostraron evidencias experimentales de la posibilidad de modificar un CoV de otra especie para que sea capaz de infectar células humanas.
Sobran las palabras
Aunque el futuro de nuestras comunidades siempre ha estado en manos de los líderes que hemos escogido para descargar en ellos la responsabilidad de tomar las decisiones más importantes, cuando dejamos de advertir los signos que guían nuestra desgracia, nos hacemos merecedores de nuestro destino.
En medio del desastre las personas sufren la ausencia de lo perdido y buscan la causa de su fatalidad. Morir ignorante es morir injustamente pero feliz; esta es una frase con cierto sabor de tiranía, que asimilamos con personas sumidas en la incultura y el abandono estatal, y no con una vida próspera, en países educados, con dirigentes lúcidos que ven más allá de la red de influencias que turba su juicio en el momento de tomar una resolución.
Con el destino inmediato de nuestras economías, marcado por el vaivén de una pandemia anunciada y tontamente subestimada por algunos, debemos dejar a un lado la soberbia y admitir nuestra humildad frente a la complejidad de unos fenómenos dinámicos que cambian en respuesta a un intrincado entramado de factores, a veces sutiles, en ocasiones devastadores, pero siempre escurridizos. Cada quien, según sus intereses, está pagando por esta ligereza de juicio: quienes valoran el dinero están viendo sus ganancias mermadas, quienes valoran a sus semejantes y la vida en comunidad, sufren ahora el aislamiento y la restricción de su libertad. Sin embargo, los fenómenos que originaron este problema global continúan allí, latentes, agazapados, produciendo más variaciones y aumentando la probabilidad de un evento futuro. Por lo pronto, SARS-CoV-2 seguirá mutando en las personas que infecta y entre sus variantes serán favorecidas las que produzcan una enfermedad más severa… hasta que se detenga la pandemia.
Bibliografía citada
Anthony SJ, Epstein JH, Murray KA, Navarrete-Macias I, Zambrana-Torrelio CM, Solovyov A, Ojeda-Flores R, Arrigo NC, Islam A, Ali Khan S et al.: A strategy to estimate unknown viral diversity in mammals. MBio 2013, 4 e00598-13.
Grifoni, A., Sidney, J., Zhang, Y., Scheuermann, R. H., Peters, B., & Sette, A. (2020). A Sequence Homology and Bioinformatic Approach Can Predict Candidate Targets for Immune Responses to SARS-CoV-2. Cell Host & Microbe.
Li, X., Zai, J., Zhao, Q., Nie, Q., Li, Y., Foley, B. T., & Chaillon, A. (2020). Evolutionary history, potential intermediate animal host, and cross‐species analyses of SARS‐CoV‐2. Journal of Medical Virology.
Ou, J., Zhou, Z., Zhang, J., Lan, W., Zhao, S., Wu, J., ... & Zhang, Q. (2020). RBD mutations from circulating SARS-CoV-2 strains enhance the structure stability and infectivity of the spike protein. bioRxiv.
Sheahan, T., Rockx, B., Donaldson, E., Corti, D., & Baric, R. (2008). Pathways of cross-species transmission of synthetically reconstructed zoonotic severe acute respiratory syndrome coronavirus. Journal of virology, 82(17), 8721-8732.
* David X Restrepo
Biólogo
Fundación Deceptive Spelen
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