Al terminar el primer período presidencial del gobierno de Juan Manuel Santos el coeficiente GINI había tenido una disminución de 0.56 a 0.53. Asimismo, la tasa de pobreza presentó una disminución de 10 puntos porcentuales hasta llegar al 29,3 %, y la pobreza extrema alcanzó el 8.4 % (DNP, 2014). Aun así, gran parte de estos resultados son por los subsidios gubernamentales a minorías de naturaleza histórica que para la actualidad alcanzan el 10% del PIB, es decir, cerca de 80 billones de pesos anuales (Dinero, 2016). Este dinero representa un estado de manutención, que de no seguirse, representaría una caída en los cálculos de bienestar social por lo que se concluye que son políticas de corto plazo.
El programa de Vivienda Gratis que empezó en 2014 con 100.000 casas para las familias en los sectores más vulnerables de la población, y en especial a minorías como las víctimas del conflicto armado, ha empezado a mostrar sus primeros resultados finales. El gobierno mediante el decreto 1537 del 2012 estableció que dichas casas no pueden ser arrendadas y vendidas en un periodo máximo de 10 años de la obtención de la misma. En su inicio las familias subsidiadas lograron disminuir la pobreza multidimensional, pero al pasar de los meses una parte de esta población decidió arrendar sus casas dado que no tenían para reducir su pobreza monetaria. No tenían cómo pagar los servicios básicos, el valor de la administración (Correa, Cuevas, Silva, & Baena, 2015).
Por otra parte, el programa Ser Pilo Paga, un subsidio ofrecido a los estudiantes de mayor rendimiento académico, alto promedio en los exámenes de Estado y pertenecientes al SISBEN en los grados más bajos, ha logrado dejar en vista la brecha de desigualdad social en la población. Para el segundo semestre del 2015, según cifras de Ministerio de Educación, la deserción fue de 648 estudiantes (Valenzuela, 2016), y al ser un crédito condonable, los estudiantes al no rendir académicamente tenían que devolverle al estado la inversión presupuestada. Esto último genera mayor pobreza y desigualdad en todas sus dimensiones estadísticas.
Además, los subsidios del transporte en Colombia, y en el caso particular del Sistema Integrado de Transporte Publico, funcionan para tres minorías: para adultos mayores, personas en condición de discapacidad y estudiantes con niveles de SISBEN específico. Dado que la alcaldía de Gustavo Petro buscó reducir la desigualdad mediante estos subsidios, unido a la rebaja en horas valle de la tarifa de Trasmilenio, se creó un déficit anual en el SITP de 200.000 millones de pesos. Tan solo en los 250.000 estudiantes beneficiados el gasto es de 10.000 millones de pesos anuales (Caracol, 2016). Por tal razón, el subsidio a estas minorías debe tener un fin para solventar las finanzas de mediano y largo plazo de la alcaldía, lo que al final hace que regrese el mismo nivel de desigualdad que antes del subsidio.
Igualmente, el programa de Familias en Acción que funciona desde el año 2000 busca otorgarles a familias inscritas en SISBEN III, Red Unidos, el Censo Indígena o el Registro Único de Víctimas, un subsidio mensual económico para la manutención especial de menores de 18 años. Este programa a 2016 se le llamaba coloquialmente el “Programa de los Mantenidos”. Para el año 2015, cubría cerca de 2,7 millones de familias y según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo el programa ha tenido fallas al no detectar mecanismos de fraudes en la inscripción de familias, la verificación de matrículas, la inclusión de operarios, la muerte de miembros dentro de la familia, el cambio de la situación económica, entre otros (Pacheco, 2016). Este tipo de programas no fomenta la productividad dado que las personas se atienen a los ingresos que el estado el otorga, y buscan la manera de perpetuarse en el subsidio quitándole oportunidad a nuevas familias más vulnerables.
El subsidio pensional es otro de los grandes problemas del país. Actualmente el gasto del gobierno presupuestado para el 2017 es de 38.240 mil millones de pesos, lo que equivale a cerca del 4,2% del producto interno bruto proyectado (Ministerio de Hacienda, 2016). Este gasto de la nación se debe principalmente a que más del 52% de los pensionados reciben un salario mínimo subsidiado ya que lo ahorrado durante sus años laborales no es suficiente para alcanzar una pensión legalmente constituida. Aunque estos últimos no pueden ser declarados como una minoría históricamente constituida, si es un ejemplo de cómo el estado puede establecer quién es minoría. Este tipo de subsidio reduce la desigualdad en época de vejez, pero también representa un hueco fiscal que tendrá que ser rellenado mediante una reforma pensional que probablemente anule los subsidios, de tal manera que se vuelva a generar brechas de desigualdad.
Otras políticas de discriminación positiva han tenido fallas burocráticas. El gobierno actual logró mediante el fallo SU214 del 2011 el vínculo mediante matrimonio civil entre parejas del mismo sexo, y mediante la sentencia SU-617 del 2014 se aprobó la adopción (Colombia Diversa, 2017). Aun así, no se garantizó su legislación, por lo cual en un período menor a nueve meses a la aprobación de la sentencia, se está llevando una propuesta de referendo constitucional para determinar la familia óptima de los niños huérfanos —constituida, según la propuesta, por un papá y una mamá— lo que conlleva a generar dos situaciones: primero, pérdida social de la comunidad LGBTI a conformar una familia; segundo, menores posibilidades de los niños huérfanos a ser adoptados, que para 2015 eran más de 4000 (Colprensa, 2015).
Los programas de Vivienda Gratis, Ser Pilo Paga, Familias en Acción, o los subsidios como los de Transporte Público, el sistema pensional, y legislaciones sobre igualdad, como el matrimonio y adopción entre parejas del mismo sexo, hacen parte de un grupo grande de políticas de discriminación positiva. Aunque su objetivo se cumple, el gasto de la nación es excesivo, y las minorías incluidas se vuelven dependientes de los programas para conservar sus niveles de vida. Es función del estado crear reformas o programas integrales que busquen acabar de raíz con las brechas de desigualdad del país y que no sean simplemente políticas para subir sus indicadores sociales en los períodos en que gobiernan.
En conclusión, las políticas de discriminación positiva utilizadas en los últimos años en Colombia han buscado reducir la desigualdad durante el periodo de aplicación de las mismas; del tal manera que los indicadores sociales presentan una variación positiva en el corto plazo. En el momento que dichas políticas acaban su periodo de ejecución, los indicadores vuelven a su nivel inicial, lo que no representa un desarrollo social sostenido, y por ende, no reduce permanente la desigualdad.
Referencias
Caracol. (2016). ¿Peñalosa No Respalda Subsidio de Transporte para Estudiantes de Bogotá? Caracol Televisión, Noticiero.
Colombia Diversa. (17 de 09 de 2017). Colombia Diversa. Obtenido de Colombia Diversa: http://colombiadiversa.org/preguntas-frecuentes/adopcion-igualitaria/
Colprensa. (07 de 10 de 2015). Más de 4000 niños en Colombia Esperan ser Adoptados. El Colombiano, págs. 4-8.
Correa, P., Cuevas, A., Silva, S., & Baena, P. (2015). La Otra Cara de las Viviendas Gratis. El Espectador, 2-3.
Dinero. (2016). Colombia gasta $80 billones en subsidios pero unos 2o son para los más ricos. Dinero, 15-20.
DNP. (2014). Plan Nacional de Desarrollo. En D. N. Planeación, Plan Nacional de Desarrollo (págs. 55-69). Bogotá: DNP.
Ministerio de Hacienda. (09 de 09 de 2016). Ministerio de Hacienda. Obtenido de Ministerio de Hacienda: http://www.minhacienda.gov.co/HomeMinhacienda/ShowProperty?nodeId=%2FOCS%2FP_MHCP_WCC-050578%2F%2FidcPrimaryFile&revision=latestreleased
Pacheco, H. (17 de 04 de 2016). Ventajas y Desventajas de tener Más Familias Acción (MFA). Obtenido de Ventajas y Desventajas de tener Más Familias Acción (MFA): http://razonpublica.com/index.php/economia-y-sociedad/9376-ventajas-y-desventajas-de-tener-m%C3%A1s-familias-en-acci%C3%B3n-mfa.html
Valenzuela, S. (17 de 03 de 2016). Desertores de Ser Pilo Paga, Cifra que no Cuadra. El Colombiano, pág. 1.