A nivel mundial, los gobiernos han implementado aplicaciones como CoronaApp como solución para controlar la expansión de la pandemia en sus países.
Sin embargo, expertos aseguran que estos aplicativos movibles al ser diseñados en tiempo récord carecen de escrutinio político y social, por lo que podrían violar los derechos de privacidad de los ciudadanos, ya que no se ha especificado particularmente el uso de datos.
Incluso, algunos afirman que puede ser una oportunidad para instaurar el control y la vigilancia social en diferentes países, un modelo que ya utiliza el gobierno comunista chino.