Ya basta de maltratar a nuestros héroes.
El contrato por prestación de servicios no es de índole laboral, por ende es una relación jurídica de carácter civil. Este se diferencia del contrato laboral porque no existe subordinación, es decir, el empleado no estaría obligado a cumplir un horario, órdenes o reglamentos, solo debe realizar una labor específica y listo.
Con eso claro, unas preguntas: ¿a muchos enfermeros y médicos no los obligan a llegar a tal hora y a salir a tal otra?, ¿ellos no siguen órdenes?, ¿ellos no deben respetar unos reglamentos?
Ahora bien, los operadores sanitarios en Colombia son vinculados laboralmente como si fueran "pintores de brocha gorda" (sin ofender al gremio de pintores), con la diferencia de que están subordinados, cumplen horario y reciben órdenes.
Bueno y se cuestionarán ustedes, ¿por qué no demandan?, ¿por qué no exigen el cumplimiento del contrato que los cobijaría en realidad? Pues porque quedan pintados y no los vuelven a contratar en ninguna parte. Así es, estamos en Colombia.
Ellos son vinculados como contratistas. Imagínense tal barbaridad: no reciben salario sino honorarios, no reciben cesantías, ni primas, ni vacaciones, no les pagan horas extras y tienen que pagar su seguridad social.
Que algo nos quede de esta crisis sanitaria, social y economía que nos trajo el COVID-19: las vinculaciones laborales mediante OPS deben desaparecer de las diferentes instituciones de la salud, tanto privadas como públicas.
Nuestros héroes se lo merecen, es una deuda que debe ser saldada.
Además, se deben sancionar y desvincular de sus cargos a los gerentes o directores de clínicas, hospitales y diferentes centros médicos que permitan dichas vinculaciones laborales. Este es un clamor por los muchos héroes que trabajan en el sector de la salud, muchos de los cuales no volveremos a ver.