Desde hace ya más de un mes que finalicé un contrato de prestación de servicios con un contratista de la Alcaldía de Pereira, la asociación Ciudad y Futuro, cuyo representante contratante es Andrés Ibáñez Méndez. Hasta el día de hoy no cancelan los honorarios correspondientes al último mes. Lo preocupante es que no soy el único.
Como figura en la página de la Alcaldía de Pereira, por medio de la Resolución 4903 del 20 de noviembre de 2020, en la que "se autoriza el funcionamiento e instalación del centro de protección social para el adulto mayor Centro de Bienestar la Bananera" donde figura "el señor Andrés Ibáñez Méndez en calidad de representante legal de la Asociación Ciudad Futuro"[1], y, por su puesto, como representante legal de los contratos por prestación de servicios, donde este se denomina el contratante y la otra parte, es decir yo y mis compañeros, los contratistas.
También es de recordar que esta asociación actualmente es la encargada de llevar a cabo uno de los proyectos estratégicos de la Alcaldía de Pereira: el modelo de atención integral al habitante de calle, que se ve reflejado en los albergues Urbano y La Granja, que, como sabrán, cuenta con una destinación de 2.206 millones de pesos solo para este año.[2]
Fui contratado en el Centro de Bienestar para el Adulto Mayor de la Bananera mediante el contrato de prestación de servicios número 346, en el que se pactaba una ejecución por seis meses (desde el primero de enero de 2021 hasta el 30 de junio de 2021). En este contrato se decía: "la Asociación Ciudad Futuro pagará al contratista seis actas parciales cada una". Es decir que después de la presentación de cada informe mensual se pagaba unos honorarios mes tras mes.
Mi contrato finalizó el 30 de junio de 2021 con la presentación del informe mensual, como correspondía mes tras mes, pero esta vez pasaron los días y el pago correspondiente a este último informe no fue desembolsado como corresponde. Aquí quiero mencionar que es habitual que esta persona, Andrés Ibáñez Méndez, en representación de esta asociación, se retrase en el pago de los honorarios correspondientes después de finalizado el periodo Esto es constante con otros extrabajadores contratistas, casos en los que se ha llegado a retrasar incluso tres meses en el pago correspondiente, situación que por demás es una falta de respeto y de poca seriedad por parte de una persona que representa una asociación tan importante en la región, y que es contratista actual de la Alcaldía de Pereira.
Es de mencionar que el día 22 de julio de 2021 le escribí vía WhatsApp al señor Andrés Ibáñez Méndez expresándole la situación y la necesidad de un pronto pago de los honorarios, ya que sin este pago me encuentro sin pagar el arriendo del piso y, además de esto, pasando por una situación compleja en lo referente a la alimentación. Sin embargo, su respuesta fue dejarme en visto. Al consultar con otros extrabajadores me confirmaron que esta es una práctica habitual cuando se le reclama el pago de los honorarios, y, según testigos, contesta con evasivas a quienes lo han llamado, mostrando prepotencia a la hora de responder.
Esta situación es muy grave, ya que denota la falta de seriedad por parte de esta persona, además de su irresponsabilidad al no dar la cara cuando se le pregunta sobre el no pago de los honorarios correspondientes, como es mi caso particular, y además, incumpliendo la cláusula novena del contrato suscrito, en el que se expresa como derecho del contratista “exigir el pago oportuno de la remuneración fijada” al contratante. Es decir, al señor Andrés Ibáñez Méndez.
Como ven, se siguió el conducto regular y se le solicitó al contratante que pagara pronto los honorarios, pero no recibí una respuesta. Me dejaron en visto. Días después me dirigí hasta la oficina del trabajo, allí el funcionario me informo que al ser un contrato por prestación de servicios, no podían hacer nada, ya que no es un contrato laboral, y que el paso a seguir era dirigirme a una casa de la justicia o un centro de conciliación de la policía (por ser su naturaleza un contrato civil). En el centro de conciliación el funcionario encargado en la Comisaría de la Policía me informo que, según lo que él leyó allí, este contrato era laboral y tampoco podían hacer nada, me recomendó dirigirme a un consultorio jurídico de alguna universidad de la ciudad.
Pues bien, en el consultorio jurídico comenté mi caso vía virtual, ya que como sabrán, por temas de pandemia no se están realizando las consultas jurídicas. El practicante de este consultorio, después de indicar que existía una relación laboral con el contratante y que además este debía cancelar las prestaciones sociales acumuladas, me recomendó de nuevo dirigirme hacia la oficina del trabajo. La situación se convertiría en un bucle y me encontraría entonces de nuevo en el comienzo. Se tiran la pelota de un lado al otro y al final no se resuelve nada. La persona que pierde es el directo implicado, quien tiene que pasar por una serie de necesidades; es mi caso y el de muchos de mis excompañeros que aún no les pagan después de tres meses y a otros que recién les pagaron hace apenas ocho días.
A título personal, es evidente que aquí existe una falta de respeto por parte del contratante Andrés Ibáñez Méndez y la asociación que este representa, más cuando él ha argumentado a algunos excompañeros que es la Alcaldía quien no ha desembolsado los recursos para pagar los respectivos honorarios, y por esto él no ha podido pagarlos como corresponde.
Si esto es cierto, la Alcaldía de Pereira estaría presuntamente ejecutando recursos que no tiene para que sus programas sociales funcionen y, además, generando que sus contratistas, en este caso la Asociación Ciudad Futuro, no cumplan con el pago oportuno, incumpla lo pactado y pasen por encima de los derechos laborales básicos en Colombia, situación que es de mucha gravedad.
Por todo lo anterior, exijo a la Alcaldía de Pereira que no siga permitiendo o realice contratos laborales disfrazados por contratos de prestación de servicios solo para “ahorrarse” unos pesos y, además, como en mi caso, vulnerar derechos laborales como el pago oportuno por una labor realizada. Así mismo, que realice veeduría a sus contratistas, como la Asociación Ciudad Fututo, que claramente se pasan por encima el derecho de todo trabajador a su pago oportuno.
Exijo al señor Andrés Ibáñez Méndez, quien actúa como representante de la Asociación Ciudad Futuro, que pague lo antes posible los honorarios de todos mis excompañeros de trabajo, así como los míos, que al día de hoy, 10 de agosto de 2021, a más de un mes de haber finalizado el contrato, no cancela. Esta circunstancia niega los derechos fundamentales, como a la alimentación y a la vida digna de las familias de muchos de sus extrabajadores contratistas.
Por último, hago un llamado a las organizaciones sindicales a realizar una fuerte veeduría por los posibles derechos laborales que día tras día se violan con este tipo de contratos de prestación de servicios, y más en entidades públicas y municipales, donde a todas luces, aparte de disfrazar relaciones laborales, niegan derechos que históricamente la clase obrera ha conseguido.
Nota: No está de más decir que hago responsable al señor Andrés Ibáñez Méndez y la asociación que representa por lo que me pueda suceder a raíz de esta justa denuncia.
[2] Modelo de Atención Integral
