Un viaje en yate en el que la embajadora Benedetti fungió de anfitriona de los investigados Leonidas Bustos, su esposa y el exfiscal Gustavo Moreno en diciembre del 2016 cuando estaban en juego los presuntos favorecimientos judiciales en la Corte Suprema de justicia, la pusieron en el radar. Pero su cercanía a Santos y a muchos políticos de todos los sectores la han protegido en distintas oportunidades. Sin embargo la cuerda se reventó por cuenta de las actuaciones de su hermano, el senador Armando Benedetti, que lo apartaron del círculo cercano de la Casa de Nariño, llevándolo incluso a enfrentar al fiscal Néstor Humberto Martínez quien le había abierto investigación asociándolo al cartel de la Toga.
Al tiempo que la embajadora Benedetti formalizaba su renuncia este martes 5 de diciembre, su hermano el senador se la jugaba con denuncias de alto calibre que tocan la financiación de la campaña presidencial de su otro gran aliado político Juan Manuel Santos.
En rueda de prensa Benedetti señaló al fiscal Martínez de haberse reunido con el Presidente de Odebrecht, Eder Ferracuti y haber recibido un aporte de $ 4 mil millones para la campaña. Una grave denuncia por estar de por medio la adición al contrato de la Ruta del Sol que el gobierno le entregó de manera directa a los brasileros y que tiene detenido al director de la ANI y judicializados a más de una decena de funcionarios. Benedetti solicitó medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derecho Humanos en Washington para él, familiares y colaboradores para protegerse de las consecuencias que pueden acarrear sus denuncias.