En los corrillos políticos de Valledupar se conoce de antemano que Ernesto Orozco, exdirector de Comfacesar y actual candidato a la alcaldía de Valledupar, es la ficha de Tuto Uhía, actual alcalde de la ciudad, y Ape Cuello, representante a la Cámara, para convertirse en el primer mandatario de la ciudad.
Ape Cuello, nombrado recientemente por la periodista Catherine Juvinao como uno de los congresistas mas ausentistas de la Cámara de Representantes, consolidó su poderío político hace cuatro años al lograr ganar la alcaldía de Valledupar con el Tuto Uhía. En los próximos meses espera repetir fórmula con el hoy candidato Ernesto Orozco, principalmente con la utilización de la burocracia que ostenta en la alcaldía para ponerle una buena cantidad de votos.
Orozco, recientemente señalado por Semana como uno de los candidatos con nexos con grupos paramilitares, especialmente con la estructura política de Rodrigo Tovar (alias Jorge 40), recogió cerca de 250 mil firmas con el movimiento Por Ti Valledupar, de las cuales 96 mil fueron válidas. Cabe anotar que gran parte de la maquinaria que ayudó a conseguir esta histórico cifra viene aportada en buena medida por los funcionarios y contratistas de la alcaldía de la ciudad, tanto así que en su acto de inscripción buena parte de los asistentes al evento eran funcionarios de la administración que, controlados a través de planillas, debían llevar 20 personas a la Registraduría Municipal.
Recientemente, en un informe titulado Sin usar los entes (aún), ya hay sonajero de herederos para octubre, La Silla Vacía muestra con notable argumentación la preferencia de Tuto Uhía para elegir a Ernesto Orozco como sucesor en su cargo utilizando todos los recursos que tiene a disposición en la alcaldía. En el mismo informe se reseña la utilización de funcionarios como asistentes a reuniones políticas del candidato de Tuto. Para rematar, las secretarias se encuentran en la ferviente obligación de hacer reuniones de por lo menos 800 asistentes para buscar el apoyo a Orozco en su aspiración a la alcaldía.
Tuto Uhía deja un legado controversial en Valledupar: tasas de desempleo cercanas al 15%, siendo la ciudad con la mayor cifra en la costa caribe y la segunda a nivel nacional; más de la mitad de la población con un miedo constante debido a las altas tasas de inseguridad existentes; y un gran porcentaje de menores de edad en consumo activo de sustancias psicoactivas. Sin contar con todos los líos jurídicos que ya tienen en vilo al alcalde con procesos vigentes en la Contraloría, Procuraduría y Fiscalía. Frente a este panorama la pregunta que los vallenatos deben hacerse es: ¿continuará Ernesto Orozco con el legado de Tuto Uhía?