Un par de horas antes de que se prendieran las velas en todo el país para marchar contra el asesinato de líderes sociales, en Ituango le dieron tres tiros a Jose F. Jaramillo. Él trabajaba organizando campesinos para apoyar la sustitución de cultivos de coca y para reclamarle a Hidroituango.
Horas después apareció muerto Alexander Castellano, quien defendía los bosques de Cartagena del Chairá, Caquetá. La denuncia la hizo la Asosiación Campesina para la Protección Ambiental. Tenía un rol clave: diseñar proyectos ambientales para que las fincas de campesinas fuera amigables con la naturaleza.
En Guacarí, Valle del Cauca, Fernando Gómez líder comunal y campesino fue asesinado por dos sicarios en una moto. Era uno de los miembros más trabajadores de la organización Asomic, de indígenas y campesinos.
Durante la velatón en Mocoa varios encapuchados se acercaron a los manifestantes y amenazaron de muerte a todos los organizadores pero puntualmente a Laura Montoya, periodista regional.
La violencia no para.