En la noche del pasado 9 de septiembre del 2022 Medellín vivía otro de sus deja vu de desgracia. Una vez mas uno de sus edificios más representativos, el Continental Towers, amenazaba con colapsar. Estas habían sido selladas hace más de cinco años pero los problemas constructivos empezaban a notarse. Por esto los residentes de 137 apartamentos de la Unidad Residencial Interclub, ubicado en el sector residencial de El Poblado, fueron evacuados por orden del alcalde Daniel Quintero.
A algunos la medida tomada por el alcalde Daniel Quintero los tomaba por sorpresa. Necesitaban un poco más de tiempo para dejar sus apartamentos en 48 horas. Necesitaban evaluar el nivel de deterioro de un edificio que había sido saqueado en los últimos dos años y cuyos ruidos estructurales sonaban como una trompeta de juicio final para sus vecinos. Después de tanta espera Daniel Quintero decretó calamidad pública. Otra vez volvía a salir a relucir el nombre de una de las constructoras con mayor tradición de Medellín, la Lérida CDO.
Al lado de los escombros que dejó la implosión del edificio Space, el 30 de noviembre del 2014, permanecía una valla que decía “Álvaro Villegas e hijos, respondan”. El colapso de la torre cinco y seis del complejo urbanístico conocido como Space tenía como único responsable a la constructora Lérida CDO, cuyo representante legal era Pablo Villegas, hijo del reconocido empresario y dirigente político que fue descrito en la autobiografía de Álvaro Uribe Vélez, por el propio expresidente, como un nombre asociado “a inmensas realizaciones en los sectores público y privado”.
Villegas, con una extensa hoja de vida política, conservador hasta los tuétanos, amigo íntimo de los expresidentes Misael Pastrana y Belisario Betancur, fue gobernador de Antioquia entre los años 1980 y 1982, presidente del Senado en una de las épocas más convulsas de este país, los años 1985 y 1986, presidente de la Sociedad de Arquitectos e Ingenieros, dueño de las acciones del 10% de Conavi en el momento en el que pasó a llamarse Bancolombia y fundador hace 25 años de la constructora Concretubos pero diez años que después llevaría el nombre Lérida CDO, que se convirtió en vergüenza pública.
En plena bonanza del narco, El Poblado, una ladera de colina que limitaba con el municipio de Envigado, empezó a llenarse de grandes edificaciones y condominios calcados de Miami. Villegas había sido designado por el entonces presidente Belisario Betancur como alcalde de Medellín. Expertos decían que habrían riesgos para construir edificios en aquellas laderas. La alarma nunca le importó a promotores y constructoras entre las que estaba la de Villegas quien aprovechó la información privilegiada no para frenar el desarrollo urbanístico sino para aprovecharse de éste.
Poco antes del escándalo del Space la constructora tenía 97 proyectos y 31.557 viviendas construidas. Álvaro Uribe le dio la Cruz de Boyacá en el 2005 por su labor como constructor. Sus hijos Pablo y Manuel Villegas Mesa, formaban parte de la junta directiva. Manuel incluso fue gobernador encargado de Antioquia en el año 2007 y ofició como Secretario de Hacienda de Luis Alfredo Ramos en su alcaldía. Sin embargo las grietas empezaron a aparecer y pronto formarían una tronera. El primer campanazo lo dieron las quejas sobre fallas estructurales en el conjunto residencial Polo Occidental de Bogotá.
Lo peor estaría por venir. El 12 de octubre del 2013 la torre seis colapsó. Los ingenieros le habían dicho a los habitantes del complejo residencial que podían estar ahí sin ningún problema. Sin embargo a las 11 de la noche un extraño silencio se apoderó de la atmosfera. Era la calma antes de la tormenta. Las familias que estaban allí vieron como se fue la luz y luego una nube de polvo empezó a cubrirle todo antes de escuchar el estruendo. La torre 6 había colapsado. El resultado fueron 12 personas muertas, 11 de ellos obreros de la construcción y un residente, el joven estudiante universitario Juan Esteban Cantor. Los 130 propietarios de los 162 departamentos demandaron a la constructora quien se declaró en quiebra y siguen afrontando un juicio buscando resarcir, indemnizaciones que en cada uno de los casos superan los 400 millones de pesos.
Con las medidas que está tomando el alcalde Quintero el poco prestigio y maniobrabilidad jurídica que tenía Villegas y su constructora han quedado sepultadas como quedará el proyecto de Continental Towers en la demolición que será inminente en los próximos meses. Será el puntillazo final a la empresa de los Villegas.