Los resultados del 13 de marzo del 2022 fueron significativos e históricos en la política colombiana. Es la primera vez que la izquierda logra tantas curules tanto en Senado como en Cámara, y el centro o centro izquierda, en nombre del Partido Alianza Verde continúa en crecimiento; esto, algunos lo han visto y expresado como una victoria, sin dejar de lado los resultados también sorpresivos de los partidos tradicionales.
Sorpresivos porque se especulaba que en estas elecciones había un gran porcentaje de voto castigo y los partido tradicionales serían los principales afectados, pues veníamos de varios hechos socio - políticos en los que se pedía una transformación de los liderazgos políticos y sus formas de hacer política; ahora nos encontramos en un escenario en el que estos partidos están fortalecidos y quién quiera gobernar tendrá que hacer alianzas con ellos, pues siguen siendo mayorías en el Poder Legislativo.
Sumémosle a eso que nos encontramos en un panorama electoral muy parecido al de hace 4 años entre izquierda y derecha, pero con algunas diferencias, entre ellas, que el Centro Democrático no será quién lidere la derecha pero muy seguramente termine por oficializar su apoyo al candidato Federico Gutierrez, de la coalición Equipo por Colombia. Es decir, nuevamente la derecha llegará unida a las elecciones presidenciales y con mayorías tanto en Senado y Cámara, con la posibilidad de ser apoyados por un sector del Partido Liberal.
Otra diferencia es lo desdibujado que se encuentra el centro en cabeza del candidato presidencial Sergio Fajardo, de la coalición Centro Esperanza, ya que no cuentan con posturas claras y sus discusiones internas se han convertido en el centro de la conversación; hay muchas cosas por corregir si quieren llegar a segunda vuelta, entre ellas sus egos y su “superioridad moral” tan característica en estas elecciones como en las de hace 4 años.
Por estas razones y teniendo en cuenta los acercamientos del candidato presidencial por el Pacto Histórico, Gustavo Petro, con César Gaviria, presidente del Partido Liberal, si la izquierda quiere la victoria presidencial dependerá de los acuerdos a los que llegue con los liberales, pero esto significará abandonar ciertas tesis respecto al modelo económico, y mantener una relación burocrática si llegasen a ser gobierno. Aún así, esa alianza no es tan sencilla, pues el partido se encuentra fragmentado entre la diversidad de candidatos de derecha, centro e izquierda.
Ante este contexto, es importante que los electores que han votado por la consulta del Pacto Histórico reflexionen respecto a las expectativas de cambio que se les ha propuesto, para que no se decepcionen ante posibles alianzas polémicas que se consoliden, porque llegar a la presidencia sería apenas el inicio de un cambio. Por eso también hay que estar atentos a las diferentes coaliciones que están en proceso de construcción desde la derecha y el centro, ya que el hecho más importante de estos resultados es que sin alianzas no habrá presidencia ni gobernabilidad.
Nota: Tenía muchas expectativas con el Nuevo Liberalismo, en sus listas habían personas capacitadas para elevar el nivel de debate desde el Congreso y de profesionalismo de la política. Hubiesen sido un gran contrapeso al clientelismo de los partidos tradicionales, es una pena el resultado que obtuvieron.