Consuelo Luzardo tiene 76 años y no parece. Siempre erguida, siempre elegante, regia y magnífica. Es una fuerza de la naturaleza, una mamá sabia que nunca pierde su compostura. Luzardo no necesita de la actuación para vivir, lo hace porque es su pasión. Ya conocemos y hemos hablado hasta la saciedad de lo difícil que resulta para los actores nacionales vivir de su arte. Consuelo es líder y ha luchado siempre por el bienestar de sus colegas. Extrañaba la actuación en grande, la misma que ella ayudó a fundar cuando su personaje de la Cucky en Yo y Tú se convirtió en un referente absoluto. Ahora estará en horarito Triple A, RCN entendió que la nostalgia puede ser un negocio y por eso convocó a un elenco de lujo, con viejas glorias como ella o Kepa en La Nieta Elegida, producción que lleva el sello de Julio Jiménez, el mítico libretista y productor.
Ojalá le vaya bien a RCN con este producto porque sería un cachetazo a todos esos productores que afirman y que están convencidos que sólo los jóvenes y hermosos merecen aparecer en las telenovelas, los que depositaron su confianza en los realitys tan planos, tan monótonos. Ya vimos lo mal que nos fue con un presidente menor de 45 años. En las sociedades más avanzadas existe un culto a la edad, un reconocimiento a haber sobrevivido, por eso Jane Fonda sigue siendo un referente y Jack Nicholson era el actor mejor pagado de Hollywood antes de que el Alzheimer le borrara la memoria.
Vida eterna a una señora como Consuelo. Que su llama no se agote nunca.