FERROCARRIL TOLIMA-HUILA-CAQUETA
El llamado ferrocarril Tolima-Huila-Caquetá arrancaba en la estación del Espinal, situada en el kilómetro 17 de la línea del ferrocarril del Tolima, la parte comprendida entre Espinal y Guamo fue construida por Pedro A. López y Compañía, de allí en adelante la empresa inglesa Norton Griffiths construyo el ferrocarril por el sistema de administración entre Saldaña y Neiva.
En el contrato del gobierno colombiano con la Norton Griffiths según escritura número 551 del 26 de febrero de 1926 ante el notario segundo de Bogotá, se calculó en cuatro millones el costo total del proyecto.
“Entre Natagaima y el río Anchique ya se hicieron arreglos entre el interventor y la mayoría de propietarios de terrenos, pero al lado sur del rio hay propietarios que no dan permiso para principiar las obras”
(Informe número 6, noviembre de 1926, comunicación de Norton Griffiths y Compañía Limitada al Ministro de Obras Públicas de Colombia. Archivo Histórico Ferrocarriles Nacionales, tomo 543, página 479. Archivo General de la Nación).
El gobierno colombiano suministraba los dineros a los contratistas en el curso de tres años y se inauguraba tramo por tramo, de Saldaña a Natagaima se inauguró el 20 de septiembre de 1927, de Natagaima a Potosí el día 28 de diciembre de 1928 y de Potosí a Villavieja el 30 de abril de 1930, en este punto se suspendió la obra.
(Ferrocarriles colombianos. Alfredo Ortega. Biblioteca de Historia Nacional, Bogotá, 1932, Imprenta Nacional).
Por la resolución 135 de 1927 se legalizó una suma en el ferrocarril Tolima, Huila, Caquetá, construcción hasta Neiva contratada con la Norton Griffiths para el acto de inauguración del ferrocarril hasta la población de Natagaima celebrado el 20 de septiembre de 1927 cuando los gastos ascendieron a 8 300 pesos, mediante esta resolución se legalizaron los gastos hechos por la Norton Griffiths en Bogotá a 11 de noviembre de 1927.
Por la escritura 1888 de la notaría segunda de Bogotá del día 21 de agosto de 1931 el Ministro de obras públicas colombiano y el señor Koppel, apoderado sustituto de Norton Griffiths, empresa domiciliada en Londres elevan a escritura pública el contrato celebrado entre la Norton Griffiths y el gobierno colombiano para liquidar la construcción y administración del ferrocarril Tolima, Huila Caquetá, en el tramo estación Saldaña - ciudad de Neiva en una extensión de 130 kilómetros, pues debido a la difícil situación económica y fiscal se imposibilito el gobierno colombiano para seguir proveyendo al contratista los fondos destinados para la citada construcción.
Todo esto se debió a la Gran Depresión o Crisis del 29 que comenzó el martes 29 de octubre de 1929, gran crisis financiera que golpeo países pobres y ricos sumiéndolos en la miseria y la inseguridad durante la década de 1930.
El ferrocarril hasta Neiva lo termino el gobierno colombiano por cuenta propia y a cuentagotas y se inauguró en 1938, pero como modelo de devastación ambiental propio de la época encontramos hacia 1934 en El Tiempo de Bogotá publicado este aviso: “El ferrocarril Tolima, Huila, Caquetá compra traviesas aserradas de 190 x 20 x 15 centímetros de guayacán a 1,80 pesos, de cumula, dinde y diomate a 1,70 y de igua a 1,15 pesos. Tablones de igua de 450 x 30 x 5 centímetros a 3 pesos cada uno”. (El Tiempo, Bogotá, 13 de octubre de 1934, página 23).
Así se degradaron los relictos del bosque seco tropical del alto Magdalena, también por actividades humanas como los usos de la tierra para la agricultura y el empleo de la madera en las construcciones de vivienda.
