Consideraciones sobre la crisis del Pacto Histórico

Consideraciones sobre la crisis del Pacto Histórico

Más allá de la tiraderas de los últimos días, lo importante es abrir una hoja de ruta para construir los acuerdos necesarios para el 2026

Por: Tiberio Gutiérrez Echeverri
noviembre 27, 2023
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Consideraciones sobre la crisis del Pacto Histórico
Fotografía: Leonel Cordero

En este escrito nos proponemos describir algunos rasgos de la crisis del PH y plantear algunas soluciones para salir del estado actual, con el ánimo de participar en el debate sobre  la unidad de la izquierda y el futuro del PH  como instrumento de los cambios democráticos.

El PH se creó como una coalición electoral programática de partidos de izquierda para responder a las elecciones para congreso del 2022 con listas cerradas y con una consulta popular para escoger el candidato presidencial en el mismo año, resultando 20 senadores electos y el candidato Gustavo Petro como candidato presidencial, que ganó la presidencia en la segunda vuelta con 11.300.000 votos.

Con las elecciones locales y regionales del 29 de octubre de 2023, un año y dos meses después, los resultados electorales muestran una nueva situación política a nivel nacional, caracterizada fundamentalmente por la victoria de la derecha neoliberal que gana ampliamente  la alcaldía y los concejos municipales de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, y las gobernaciones de Cundinamarca, Antioquia, Valle, Atlántico y Santander, quedando con amplia capacidad de maniobra y gobernabilidad no solamente en las regiones y localidades, sino también ahora como mucho más respaldo electoral para los partidos tradicionales en el congreso de la república, con relación a la aprobación de las reformas de la salud, trabajo, de pensiones, educación y el proyecto de ley sobre los servicios públicos domiciliarios.

Como causas objetivas de la poca incidencia del PH en las elecciones locales y regionales se han mencionado, entre otras, la sistemática oposición de los medios de comunicación-prensa, radio, televisión, y las redes sociales- contra el gobierno del PH, en una operación sistemática y orquestada no solo por la los medios del sistema, sino también por sectores de las cortes , por la Fiscalía y la Procuraduría, que han enfilado sus acciones jurídicas contra el Presidente de la República con la caja de resonancia de los medios en la estrategia de ablandamiento de la opinión pública para poco a poco ir creando las condiciones políticas hacerle imposible la gobernabilidad y preparan el terreno para las elecciones de del 2026.

Además hay que tener en cuenta la poca participación de la juventud que en el paro del 2021 se manifestó masivamente pero que ahora brilla por su ausencia en las manifestaciones de apoyo al gobierno.

A esto hay que agregar la expedición de personerías jurídicas por parte del Consejo Nacional Electoral para partidos de garaje del PH, a tal punto que en un principio se constituyó con 5 personerías y hoy está integrado por trece partidos, lo que hizo posible la división y desorganización en la construcción de las listas cerradas para concejos, asambleas y Juntas Administradoras locales.

A las anteriores circunstancias hay que sumarle los avatares de la paz total con el ELN, con el Estado Mayor Central de las Farc y con la Segunda Marquetalia, hechos que aprovechó la derecha uribista para echarle tierra a la campaña del PH las elecciones de Octubre.

No podemos olvidar el retraso en la aprobación de las reformas de la salud, trabajo, pensiones y el proyecto de ley sobre los servicios públicos domiciliarios, que hicieron desesperar a amplias capas de la población que se habían creado falsas expectativas sobre el cumplimiento fácil y expedito de las reformas prometidas en la campaña electoral.

El país recibido del Gobierno Duque con la olla raspada y con una situación económica internacional desfavorable con la guerra del imperialismo a través de la OTAN contra Rusia y a favor Ucrania, que repercutieron sensiblemente en contra de la economía colombiana y de rebote con la carestía para amplios sectores populares que se abstuvieron desencantados, o votaron cautivados por el discurso mentiroso y la compraventa de votos de los sectores de la derecha contra el gobierno del Presidente del PH.

El hecho político de no acercarse a la alcaldía de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, expresan con elocuencia la crisis del PH que venía de sacar 11.300.000 votos en las elecciones presidenciales de hace año y dos meses, lo que ha puesto al PH en el ojo del huracán sobre las expectativas de permanencia y sostenibilidad del proyecto para las elecciones del 2026.

Problemas y falencias internas del PH como la elaboración de las listas cerradas sin consultas internas y olvidando los criterios de la dirección nacional sobre los espacios en las corporaciones públicas ya conquistados  en anteriores elecciones como sucedió en el Municipio de Bello Ant.

Los obstáculos que de alguna manera representaron los alcaldes de Bogotá, Medellín, y Cali instalados en el imaginario progresista como mandatarios de izquierda, cuando no pasaron de vacilar en posiciones personalistas ambilvalentes e indefinidas como las de Claudia López y Daniel Quintero e Iván Ospina.

La correlación de fuerzas en el Congreso de la República favorable de lejos a los partidos tradiciones como el liberal, conservador, cambio radical, de la U, centro democrático, y corrientes cristianas como el partido mira que se han unido para echar atrás las reformas democráticas.

En estas condiciones surge la situación de la necesidad de una sola personería jurídica para el PH si quiere en coalición  para cámara y senado en las elecciones del 2026 porque ya no la pueden hacer como lo hicieron al principio en las elecciones del 2022, pues ahora partidos que tengan más del 15%  de la votación total para la corporación no pueden aspirar a coaligarse, pues la norma lo prohíbe y todos tienen senadores o están avalados por partidos con personería jurídica , luego no pueden hacer coaliciones para cámara y senado, por lo cual tienen necesariamente que agruparse en un partido con una sola personería jurídica si quieren participar en la coalición política para cámara y senado.

Esto significa que la reposición de votos y el otorgamiento de los avales, solo puede ser recibida y expedida respectivamente por la dirección nacional del PH amparada con una sola personería jurídica.

Al partido que no esté de acuerdo con este mandato normativo pues tendría que salir del PH para hacer campaña independiente con su personería jurídica propia para las elecciones del 2026, lo que haría estallar el PH en mil pedazos sin perspectiva real para los espacios significativos y mayoritarios de poder en el congreso de la república.

Si el PCC y la UP no quieren abandonar sus personerías jurídicas para disolverlas y fundirlas en la personería única del PH, lo mismo que el Polo Democrático, Comunes, Colombia Humana, Mais; tendrían que presentarse solos e independientes a las elecciones de 2026 para cámara y senado, con el alto riesgo de no alcanzar el umbral ni la cifra repartidora para competir en la franja electoral por un senador  por un parlamentario en  la cámara de representantes, con la opción de salir quemados del evento electoral.

En estas mismas circunstancias se encuentran los partidos, fuerza por la paz, de Roy Barreras, expresidente del congreso del PH,  y los Independientes, de Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín, quienes aspiran a ser candidatos presidenciales en las próximas del 2026.

Todo está indicando que va tocar trabajar con una sola personería jurídica dentro del PH, pues si no fuere así se tendría que inventar un nuevo nombre para una nueva coalición política por fuera del PH,  lo que llevaría a un retroceso muy grande frente al inmenso paso de unidad que las fuerzas democráticas han dado al posicionar la marca del PH en la opinión pública nacional.

Las circunstancias jurídicas van a imponer “voluntariamente” la obligación de una sola personería jurídica en el PH por lo cual no solamente el PCC y la UP, sino también CH, Polo, Comunes, Mais, tendrán que someterse a dejar sus propias personerías para adoptar la del PH, con el fin de poder subsistir como corrientes políticas en el parlamento, porque si es con personería propia y con otro nombre distinto al de PH, no se sale al congreso y además se le dejaría el campo abierto a otros partidos que no tienen el mérito ni la historia de lucha del PCC y de la UP, para usufructuar toda la herencia y el acumulado político de experiencias de los sectores revolucionarios y verdaderamente democráticos, además de dejarles el nombre del PH que ya tiene una presencia nacional, un programa democrático y el primer presidente de izquierda que ha existido en los doscientos años de vida “independiente “ que está fajado con sacar adelante las reformas democráticas que necesita el país, además del acumulado de movilizaciones y experiencias unitarias del movimiento popular en lo que va corrido de este mandato presidencial.

Todo parece indicar que no va a haber otro camino distinto a disolver las personerías jurídicas de los integrantes del PH, empezando por la personería del PCC y de la UP como el ejemplo práctico de lo más granado y consecuente del movimiento revolucionario y democrático de Colombia, para poder conservar como tendencia política de la izquierda unitaria los representantes a la cámara y al senado de la república.

En este caso habrá que afinar muy bien los estatutos del PH principalmente para conformar su dirección política nacional, departamental y municipal, lo mismo que para establecer los reglamentos y mecanismos democráticos para la selección de candidatos a las corporaciones públicas de senado, cámara de representantes, asambleas departamentales, concejos municipales y juntas administradoras locales, mediante el mecanismo de las listas cerradas.

Por supuesto que cada partido o movimiento político integrante del PH puede  continuar conservando su ideología, sus principios, su programa, sus estatutos, su política de alianzas, como tendencia política independiente, pero sujeto e íntimamente relacionado con la unidad de las otras tendencias políticas al interior del PH en la línea política, en los lineamientos programáticos democráticos y en la política de alianzas o en los acuerdos puntuales para sacar adelante las reformas democráticas.

El otro asunto sería el manejo y la implementación del Frente Amplio Democrático, que tiene que ver con la coalición electoral programática para la elección del candidato presidencial mediante una consulta popular, pero que aspire a trascender los eventos electorales de elecciones para presidente, gobernadores y alcaldes, y que se inscriba en un proyecto de largo aliento en comunión con el PH, tanto en las alianzas en el trabajo legislativo de las corporaciones públicas, como en el trabajo de  organización, movilización y educación de la clase obrera y de los trabajadores en general, para poder alcanzar la hegemonía política y cultural de las mayorías populares, en estrecha alianza con los sectores políticos independientes como por ejemplo el partido Independientes del exalcalde Quintero Calle o del partido Fuerza por la Paz, del expresidente del senado y actual embajador en el reino Unido, Roy Barreras.

Si el PCC, la UP y el partido Comunes se arriesgan a conservar su personería jurídica, tendrían que actuar en forma independiente dentro del Frente Amplio por fuera del PH, con el riesgo muy grande de caer en el aislamiento político de las corrientes populares unitarias del PH, empezando por promocionar otra marca política para las elecciones al congreso para cámara y senado, conservando su identidad  política, programática y organizativa, pero sacrificando la unidad popular, la significación del proyecto político del PH y la visualización que ya tiene el nombre del PH en la opinión pública nacional.

A fututo y partiendo de la relación de fuerzas a nivel nacional y con el envalentonamiento de la derecha que ganó ampliamente las elecciones locales y regionales en la perspectiva de 2026, vale la pena dejar la personería jurídica del PCC, UP y Comunes, aunque Comunes tiene un compromiso con el Estado a raíz de los acuerdos de paz de permanecer ejerciendo  en la cámara y en el senado hasta el 2026 para poder recibir y exigir el cumplimiento de los acuerdos de paz, caso en el cual al terminar su período podrían disolver su personería y pertenecer a otro frente o partido como el de la UP o del PH, supuestamente en el caso de que el PCC decida disolver su personería en la UP y no en el PH, situación que tendrá que resolver el próximo Pleno del PCC del 16 de diciembre de 2023.

Que entre otras cosas será el tema principal de la reunión, además de los problemas de organización, de la unidad, de educación y de la actitud frente a la movilización de masas en defensa de las reformas y del gobierno del Presidente Gustavo Petro.

El gran dilema es si se disuelve la personería jurídica del PCC y de la UP en la del PH para conservar un representante a la cámara y una senadora con el paraguas del PH, dejando de lado la lucha de 90 años del PCC y de 35 años de la UP, con todo el sacrificio y la pérdida de 7 mil activistas, congresistas, alcaldes, concejales, diputados, defensores de los DDHH, y donde tenemos que incluir también los 6 mil falsos positivos perpetrados por sectores del Ejército cumpliendo las ordenes de los generales durante los dos gobiernos del presidente Álvaro Uribe Vélez.

O conservar el aparato del PCC y de la UP, lo mismo que el semanario VOZ con 60 años de lucha por la democracia y el  socialismo, así toque continuar la lucha sin representante y sin senadora, solo persistiendo en organizar, movilizar y educar a los trabajadores en torno a la unidad popular para la toma del poder y no solo para la conquista de un gobierno temporal, pasajero y circunstancial.

El argumento central es que el partido de la clase obrera y de los trabajadores no puede perder su independencia política, ideológica, organizativa y programática, su línea política de clase, su política de alianzas, y sus principios fundacionales del marxismo leninismo aplicados creadoramente a la realidad nacional y latinoamericana.

Acabar con el PCC y con la UP, disolver aunque sea temporalmente el PCC y la UP sería el mayor triunfo del enemigo fascista del uribismo recalcitrante, de los terratenientes y de los voceros del gran capital financiero del neoliberalismo salvaje y depredador.

Otra cosa muy distinta es modernizar el PCC y la UP, actualizar sus  métodos de trabajo de masas de conformidad con los adelantos de la tecnología moderna  de la información y de las comunicaciones; otra cosa muy distinta es disolverlos en aras de conservar el aparato del PH de la pequeña burguesía, teniendo en cuenta que si se disuelven en el PH al momento brotarán otro PCC y otra UP, como una necesidad histórica de la lucha de clases de los trabajadores, máxime ahora cuando el imperialismo está caída libre con sus contradicciones irreconciliables con el desarrollo de la humanidad y cuando el neoliberalismo con su religión del mercado ha mostrado su fracaso total.

El PCC y la UP pueden remozarse plenamente sin dejar a un lado sus principios fundacionales, aceptando la convivencia con una propiedad privada determinada por el desarrollo socio-económico, político y cultural de la realidad colombiana, pero asegurando la hegemonía política, económica y cultural de la clase obrera y de los trabajadores en el campo y en la ciudad.

Precisamente ahora cuando se profundizan las contradicciones de clase con el uribismo fascista; ahora que avanza el fascismo temporalmente; ahora que la pequeña burguesía está patinando en el lodazal de sus contradicciones y vacilaciones dentro del PH es cuando más se necesita la orientación política del PCC y de la UP, para que sirva de guía  en medio de la lucha de clases que se está desarrollando y profundizando al calor de las reformas democráticas del proyecto político del PH.

Se trata es de unir a la clase obrera y a los trabajadores de la ciudad y del campo en torno al programa democrático del PH, bajo la dirección política del PCC y de la UP, en un gran Frente Amplio de masas que imponga con la movilización de amplios sectores populares las reformas democráticas a favor del pueblo trabajador y en contra de las minorías de banqueros, terratenientes y gremios económicos  unidos a la burguesía narcotraficante, que dominan la dirección del Estado colombiano.

Esta tarea en estos momentos de definiciones es difícil pero al mismo tiempo la más segura en la construcción del aparato político para la edificación  de una democracia popular estable u duradera.

Por estas razones se debe conservar la independencia política y organizativa del PCC y de la UP, así en el momento los árboles no dejen ver el bosque a muchos  demócratas revolucionarios sinceros y honestos que no alcanzan a trasmontar los resultados electorales negativos del 29 de octubre.

Sería caer en el derrotismo por la falta de fe científica  en la creatividad de los trabajadores; sería tirar la bandera de la iniciativa política y dejarse apabullar por la situación política desfavorable pero temporal que han creado los medios de comunicación con el triunfo pasajero de los enemigos de clase en las pasados elecciones de octubre.

El próximo Pleno del PCC del 16 de diciembre deberá considerar y aprobar las anteriores consideraciones que tienen que ver con la defensa de principios de la independencia política, orgánica y programática de clase, del PCC.

En medio de la crisis no podemos dejarnos marear por las olas encrespadas de la revolución que muchas veces crean falsas expectativas en los sectores vacilantes de la pequeña burguesía, todo lo contrario, es en estos momentos de crisis cuando tenemos que enarbolar la bandera de la independencia de clase del PCC y de la UP.

Nada de sectarismos y vanguardismos fuera de contexto político pero tampoco nada de vacilaciones en los principios fundacionales y en la independencia política, orgánica y programática de clase del PCC y de la UP y mucho menos ahora cuando se profundiza la lucha de clases.

Quedarnos sin personería dentro del PH, o conservar la personería por fuera del PH, he aquí el falso dilema que tenemos que resolver, para lo cual creemos que no hay duda ni espacio para la vacilación: el partido comunista bolchevique de Lenin hizo la revolución sin ninguna clase de personería jurídica, ni el partido comunista chino, ni el vietnamita, ni el cubano necesitaron de la pernería para hacer la revolución, y mucho menos el PCC que ha enfrentado en una lucha tenaz, va a necesitar el permiso de la institucionalidad burguesa para unir al pueblo en el PH, y  defender al gobierno progresista de las reformas democráticas, conservando al mismo tiempo nuestra identidad política mucho más vigorosa en medio de la lucha de masas.

Todas estas inquietudes las debe resolver el Pleno del 16 de diciembre con la seguridad de tener las herramientas teóricas, políticas, organizativas  y unitarias para enfrentar la avalancha de la reacción fascista que busca a toda costa detener el proceso de la apertura democrática.

Las elecciones de octubre, en todo caso, pusieron al desnudo la realidad del PH en las regiones y localidades, fueron como quien dice el bautismo de fuego, la carta de ciudadanía con la cual tenemos que aprender a caminar en la construcción de la unidad popular, fueron la radiografía de lo que es el PH en la realidad, con todos sus defectos y errores pero también con toda su proyección política si sabemos curarnos en salud librándonos de los oportunistas y de los falsos compañeros de viaje de la revolución democrática.

Si no se pueden hacer coaliciones entre partidos que tengan más del 15% de la votación total para determinada corporación electoral, pues entonces hay que dejar atrás temporalmente la personería jurídica y salvar el proceso unitario  del PH alrededor del programa democrático y de las reformas que están en curso en el congreso de la república.

Otro elemento de juicio es el de que el PH con una sola personería debe aceptar y respetar las diferentes tendencia democráticas dentro de su interior, con unos estatutos  que contemplen una dirección nacional, regional y local integrada por los diferentes partidos producto de elecciones democráticas de las bases, y con mecanismos de consulta interna para la selección de candidatos a la lista cerrada  para las corporaciones públicas de elección popular.

O sea que seguiría como hasta ahora ha venido funcionando el PH pero con una sola personería para los efectos jurídicos, y cuyas tendencias y partidos políticos integrantes del mismo se acojan a los estatutos del Pacto, al programa democrático y a la línea política común acordada para el trabajo legislativo en las corporaciones públicas en lo relativo al manejo del Estatuto de la oposición, y de la organización, educación  y movilización de masas en defensa de las reformas y del gobierno del Presidente Gustavo Petro.

La reposición de votos y la expedición de los avales se haría por la dirección nacional de acuerdo con la cantidad de votos de cada partido en la consulta interna para senado y cámara, y en la distribución del orden de los renglones de la lista cerrada para la cámara y para el senado, evitando las experiencias  contraproducentes que se dieron en la conformación de las listas para senado y cámara en las primeras elecciones del PH en el 2022.

Este puede ser el camino para recuperar la confianza y la esperanza del pueblo en el PH, corrigiendo los errores y dispuesto a enfrentar la lucha de masas y las elecciones del 2026, y aunque es difícil el camino de trabajar unidos con concepciones y principios políticos diferentes pero unidos por el programa común, es a la vez una experiencia unitaria muy interesante para el desarrollo del PCC y de la UP en el contexto de un movimiento de masas por la democracia.

Lo más importante es que la personería jurídica del PCC y de la UP,  no se conviertan en un obstáculo para la unidad de los sectores democráticos; los otros partidos como Fuerza por la Paz y los Independientes pueden seguir su camino independiente como que están llamados a ser compañeros de viaje de la revolución democrática con sus aspiraciones electorales presidenciales de corto vuelo.

En este sentido la unidad prioritaria y más importante del PCC y de la Up dentro del PH es con los compañeros del Partido Comunes, y con las corrientes socialistas para tratar de direccionar y orientar las demás corrientes del PH hacia posiciones reformistas cada vez más estructurales, profundas y democráticas.

La historia de la lucha, los símbolos, los logos, los estatutos, el programa, la organización, la táctica y la estrategia del PCC y de la UP,  se conservarían, lo mismo para los otros partidos,  solo que ahora estaríamos supeditados a los estatutos del PH, a su programa de gobierno, y a los métodos y mecanismos democráticos  internos acordados colectivamente para elegir los candidatos a las corporaciones públicas.

En Antioquia el PH dejó una cuota inicial importante en las elecciones de octubre para asamblea y concejo, con la elección de un diputado (Polo), un concejal en Medellín (CH) y un concejal en Bello (UP),  para iniciar el trabajo político y de organización local y regional precisamente donde ganó el uribismo por abrumadora mayoría con 700 mil votos con “Fico” para la alcaldía de Medellín y con 600 mil votos por Julián Andrés Rendón para la gobernación de Antioquia, de lejos de los Independientes del exalcalde  del distritoE que ocuparon el segundo lugar en las votaciones del 29 de octubre.

En estos escenarios el PH con la lista cerrada compuesta por la UP, Comunes, PCC, Polo y CH, puede convertirse en la llave para la reconstrucción del movimiento a nivel departamental, para lo cual hay que llamar a una reunión tripartita entre el diputado y los dos concejales para analizar la situación den Antioquia y trazar los criterios y orientaciones sobre el partido único, el Plan de Desarrollo y el Presupuesto municipal y departamental del 2024, lo mismo que los Planes de Ordenamiento Territorial, así como los planes de organización y movilización de masas para la defensa de las reformas democráticas, como para organizar un encuentro departamental del PH que defina la línea política, las alianzas con los verdes y con los independientes, y su posición frente al estatuto de la oposición.

La responsabilidad de la conducción del PH en Antioquia recae de manera principal en los concejales y en el diputado electos, al margen de las otras corrientes del PH que hicieron rancho aparte con la lista abierta del Pacto Decente, teniendo en cuenta además al Partido Comunes que aunque no sacó representación en la asamblea y en el concejo, si participo activa y colectivamente contribuyendo a la unidad en la confección de las listas cerradas, contra la tendencia divisionista de la lista abierta del Pacto decente.

Además hay que ir preparando y ambientando la conferencia departamental de la UP con conversatorios municipales donde se evalúen los resultados electorales, se propongan nombres para las nuevas juntas municipales de la UP, se escuchen propuestas e iniciativas para el trabajo de reorganización dela UP, se fijen criterios para la posición de la UP en el concejo de Medellín y de Bello, de conformidad con el estatuto de la oposición, y frente al Plan de Desarrollo, el Presupuesto Municipal y el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).

Para terminar este escrito traemos las siguientes notas periodísticas sobre el tema:

“El Pacto Histórico no podrá presentarse en las legislativas del 2026. La norma electoral les impide volver a presentarse como coalición electoral en ese año electoral.

María José Pizarro, senadora del PH, propone unidad de las fuerzas de izquierda: “Propongo que las fuerzas políticas que componemos el PH, reunirnos con urgencia para discutir u definir muestra consolidación como partido unitario e impulsor de un gran Frente Amplio”. “Debemos tener absoluta claridad que en 2026 es imposible jurídicamente confluir nuevamente en una coalición. Tenemos solo dos caminos, o ir separados cada uno de los 13 partidos y dividir las fuerzas, o fusionarnos en un partido unitario con fuerte y sólida democracia interna. Para conservar lo alcanzado y seguir avanzando la única posibilidad viable es la fusión.”

“El escenario actual, nos demanda el mayor nivel de organización y cohesión posible para defender y sacar adelante las reformas que requiere el país, millones votaron por el cambio. Esto no es solo un deber ético y un asunto de grandeza y madurez política sino también una innegable realidad”

“De no unirse en una sola colectividad, los 13 movimientos que integran el PH no podrán hacer coalición en elecciones de 2026. Propongo un encuentro preparatorio al cual asistan los partidos políticos que lo componen, diversos liderazgos y congresistas para avanzar en la ruta de materialización de la fusión en un solo partido”, dijo la senadora.

La norma electoral actual señala que este tipo de coaliciones se pueden hacer entre partidos y movimientos,  siempre y cuando no superen el 15% del resultado electoral de la corporación en elección anterior. Es decir, tal y como está actualmente, el PH no puede presentarse a elecciones de 2026, ya que fue el grupo político más votado en el 2022, cuando obtuvo 16,95% de la votación, reflejadas en 2.880.254 sufragios”

Por su parte el representante Gabriel Becerra, secretario general de la UP, apoyó la propuesta de Pizarro, de hacer una reunión  urgente para evaluar el futuro del PH.

“Con esperanza y compromiso con las reformas y el gobierno del cambio que lidera el Presidente Petro y Francia Márquez, no vamos a parar de trabajar por unir al pueblo y a las fuerzas democráticas”, expresó Becerra.

Carlos Carrillo, concejal del PH en Bogotá dijo: “¡Cuenten conmigo! Llevo meses insistiendo en que el PH sea un proyecto colectivo de largo aliento, es la unificación de las personerías. Además eso nos permitiría elegir una dirigencia legítima y plural para avanzar hacia la democracia interna que hoy es inexistente.” (El Colombiano-21 de Nov-2023)

“En perspectiva al 2026, ¿cuáles son las principales enseñanzas que deja el 29 de octubre?

“La importancia de los balances  es confrontar opiniones y llegar a un consenso. Más allá de la tiraderas de los últimos días, lo importante es abrir una hoja de ruta clara, no para darnos pata, sino para construir los acuerdos necesarios para el2026”

“hay discusiones que  debemos asumir internamente, como partido, pero mi opinión es que se necesita una sola personería jurídica. Desde una comprensión materialista de la historia, debemos recoger las ganancias de los procesos unitarios en los que hemos participado y avanzar en las líneas programáticas. Haremos una oposición consecuente con nuestro proyecto de ciudad”, dijo la concejala de Bogotá, de la UP-PH, al Semanario VOZ –Nov-8-2023-.

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