Mientras se rueda en Belfast la sexta temporada de Juego de tronos sus fans, que se cuentan por legión, se sorprendieron al ver en el estudio de grabación a Kit Harington, el actor que interpretaba a Jon Snow, heredero de la casa Stark y quien fuera asesinado en el último capítulo de la pasada temporada.
Si no está bien explicado esta resurrección los rumores de que a G.R. Martin, autor de la saga, se le habría acabado a medio camino la gasolina para terminar su épica historia, cobrarían vigencia. Si no hubiera sido por el apasionante epílogo de la quinta temporada, Juego de tronos, estaría en franca decadencia.
Ya podemos suponer que, con la bruja Merisalde en el muro, todo podrá ser posible. Por ahora, los que odiamos a Kit Harington, tendremos que soportarlo, por lo menos, diez horas más. Lo peor es que, si pudo salir de la muerte, habrá Jon Snow para rato. Yo con esta noticia volveré a ver de principio a fin Los Soprano, Breaking Bad y Mad men. Como me pasó hace poco con The walking dead, Juego de tronos con los insoportables Emilia Clarke y Harington a la cabeza, será una experiencia inacabada para mi.
¿A dónde se irán todas esas horas que se pierden cuando uno deja a la mitad una serie?
