Ernesto Sotomoyor, decano de asuntos estudiantiles de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, asegura que muchas de las actividades que hoy hacemos se parecen al ejercicio periodístico, remedan la actividad, pero no son periodismo.
Se refiere Sotomayor, a la posibilidad que tiene hoy cualquier ser humano de tomar una foto, grabar un testimonio, reproducir una entrevista, opinar en una red social o producir un video para contarle a otros lo que pasa en el camino.
Sotomayor advierte sobre una singular y aparente obviedad, que en la realidad o en la práctica ha resultado tan compleja como desbordada. Las herramientas tecnológicas de audio, video, programación, datos, manipulación de imágenes, jamás estuvieron a nuestra disposición como ahora. Las personas tienen la idea que están viviendo como periodistas o que en verdad lo son.
Sotomayor agrega que aquellas herramientas no tendrán gran valor si no se pueden aplicar al periodismo y si no pueden apoyar las historias que se cuentan. A pesar de los cambios tecnológicos en la forma de hacer periodismo, la filosofía de su ejercicio es la misma. Que el periodismo es un servicio al público y tiene que servir al público.
La Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, de la que hace parte Sotomayor, tiene sus raíces en un documento escrito por el polémico empresario de prensa, Joseph Pulitzer, publicado en 1904. En él, (intentaré abarcar todo) se propone la educación de alta calidad que debe recibir un periodista para mejorar su trabajo y de esa forma, promover el bienestar de la república. Un objetivo elevado, pero así han de ser los sueños, y eso era lo que quería Pulitzer.
El texto se desarrolla, en gran parte, dando respuestas a preguntas como ¿Se nace periodista? ¿Se puede hacer un periodista? ¿Cómo deben seleccionarse los profesores? ¿Debe aprenderse periodismo en una oficina? ¿Puede desarrollarse la conciencia humana? Entre otras, que van revelando las posiciones de Pulitzer sobre cómo debe ser un profesional del periodismo, que estima al mismo nivel de la Medicina y el Derecho.
“Cuando voy a conferencias comienzo con un chiste, y digo que en Columbia
hay cuatro pilares: investigación, investigación, investigación e investigación
es un mal chiste, lo sé, pero es la realidad”
Sotomayor lo hace de manera más simple: “Cuando voy a conferencias o hablo con estudiantes en todo el mundo, comienzo con un chiste, y digo que en Columbia hay cuatro pilares: investigación, investigación, investigación e investigación, es un mal chiste, lo sé, pero es la realidad. Antes de aprender esas tecnologías hay que aprender a investigar, a usar los datos, la técnica del reportaje, la entrevista, hacer preguntas. Ponemos mucho énfasis allí, ese es el verdadero impacto del periodismo”.
A comienzos de este mes, un grupo de universidades, escuelas de periodismo, centros de investigación, empresarios del mundo digital y organizaciones de la sociedad civil, lanzaron una iniciativa mundial que busca, entre otros asuntos, generar mayor confianza en aquellos que ejercen el periodismo. Se busca que la gente crea más en el periodismo y que los ciudadanos sepan discernir entre aquellos medios que engañan, mienten o encubren; y aquellos que buscan la verdad y la promueven, aquellos, como dice Sotomayor que investigan, investigan, investigan e investigan. Sabemos que es un mal chiste.
Es una paradoja, que un siglo después de la fundación de la primera escuela de periodismo del mundo en la Universidad de Columbia, se lance una iniciativa global para que el periodismo se aproxime a la verdad, que es como hacer una iniciativa para que la sal: sale; la rueda: ruede; el traductor: traduzca; el viento: ventee; el azúcar; azucare.
Parece una tontería, pero en este momento de la historia, de mentiras que parecen verdad, y verdades que nadie cree, la iniciativa es una necesidad urgente.