La segunda edición anual del informe “actitudes ante el crimen y la aplicación de la ley” realizado por la empresa de investigación de mercados Ipsos en 31 países, arroja luz sobre las actitudes globales hacia la delincuencia, la economía y la confianza en las fuerzas del orden.
En líneas generales el informe de Ipsos ofrece una visión integral de las preocupaciones y actitudes globales hacia la delincuencia y la economía. Los resultados destacan la necesidad de equilibrar la creación de empleos con la seguridad pública, reflejando las prioridades cambiantes de las sociedades modernas. A medida que los países navegan por estos desafíos, será crucial observar cómo estas actitudes influyen en las políticas gubernamentales y en la confianza en las instituciones democráticas.
Los resultados de este año destacan que mientras el populismo sigue teniendo influencia, la mayoría de los encuestados apoya el Estado de Derecho. En esa misma línea, el 50% de los encuestados en todo el mundo prioriza la creación de empleos y el impulso de la economía por encima de la reducción del crimen, que solo el 24% considera una prioridad.
En términos de percepción del crimen, un 31% afirma que la delincuencia ha aumentado en sus comunidades en el último año, una cifra casi sin cambios respecto al 34% del año pasado. La confianza en las fuerzas del orden sigue siendo alta, con un 57% de los encuestados globales confiando en que la policía trata a todos con respeto.
Una de las diferencias que revela este estudio es que en Latinoamérica por ejemplo, Chile se destaca con un 63% de la población creyendo que el crimen ha aumentado, seguido de cerca por Perú (62%) y Colombia (55%). En contraste, países asiáticos como India (78%), Indonesia (75%) y Singapur (83%) muestran altos niveles de confianza en sus fuerzas del orden.
Los resultados de este año sugieren que la economía sigue siendo una preocupación primordial para la mayoría de las personas en todo el mundo, a menudo opacando la preocupación por la delincuencia. Esto puede deberse a los efectos persistentes de la inflación y la falta de oportunidades laborales, especialmente en regiones como Latinoamérica. En países como Perú y Chile, donde la percepción del aumento de la delincuencia es alta, también se observa una fuerte demanda de mayor inversión en seguridad pública.
La confianza en las fuerzas del orden, aunque alta en términos generales, varía considerablemente entre regiones. En Perú, un preocupante 18% de los encuestados no confía en absoluto en la policía para tratar a los ciudadanos con respeto, reflejando posibles problemas de corrupción e ineficacia en las fuerzas del orden.
Finalmente, el respeto por el Estado de Derecho sigue siendo una norma dominante a nivel global. La mayoría de los encuestados (65%) cree que las personas deben obedecer la ley, incluso si interfiere con sus intereses personales. No obstante, esta adhesión a la ley muestra variaciones según el contexto histórico y político de cada país, con naciones como Chile y Turquía mostrando una mayor tendencia a la obediencia, mientras que países con tradiciones más liberales como Bélgica y los Países Bajos muestran mayor flexibilidad en este aspecto.
Colombia percibe un auge de delincuencia y desconfianza en la policía
El informe revela que un 64% de los colombianos perciben que la delincuencia ha aumentado en sus vecindarios en los últimos 12 meses, casi el doble de la media mundial del 34%. Este dato refleja una creciente preocupación por la seguridad en el país.
La delincuencia y la economía son las dos prioridades para los colombianos. El 49% de los encuestados considera que el gobierno debería enfocarse en la creación de empleos e impulsar la economía, mientras que un 34% señala la necesidad de detener o reducir la delincuencia. Solo un 17% cree que la protección de la salud y el medio ambiente debería ser una prioridad.
En términos de delincuencia, el 80% de los colombianos afirma escuchar sobre el consumo de drogas ilegales en sus barrios, posicionando al país en el primer lugar a nivel mundial en esta categoría. Además, el 66% menciona vandalismo, el 50% violencia contra hombres adultos, y el 52% pandillas.
Pese a esta percepción negativa, la confianza en la capacidad de las fuerzas del orden para encontrar y arrestar al criminal correcto ha mejorado, pasando del 46% en 2023 al 52% este año. Sin embargo, solo el 47% de los colombianos confía en que la policía puede prevenir crímenes violentos, una de las cifras más bajas de Latinoamérica, solo superada por México (43%) y Perú (44%).
El estudio de Ipsos también resalta las causas de la delincuencia en Colombia, con la pobreza y el desempleo liderando con un 60%, seguidas por el abuso de drogas y alcohol (44%) y la ineficacia en la aplicación de la ley (36%).
