Mientras la congresista de la Alianza Verde estaba ausente de la ciudad, el proyecto de reforma de poderes fue modificado sin su consentimiento y se radicó nuevamente incluyendo la fórmula propuesta por el gobierno y el Fiscal y no la de Claudia López, que había ganado en la Comisión Primera. Con el apoyo del Centro Democrático, Claudia López había derrotado al gobierno y logró un consenso para que Fiscal, Procurador y magistrados fueran juzgados por un alto tribunal, contrario a la propuesta inicial del gobierno la cual contemplaba que fueran juzgados por el Congreso. A Montealegre le molestó tanto la propuesta de Claudia López que comparó el proyecto con "la toma del palacio de justicia" y su presión fue tan fuerte que en solo un par de días consiguió pasar por encima de los acuerdos de los parlamentarios con Claudia López y regresar a la fórmula original para eventualmente ser juzgado por el Congreso. Los ponentes del proyecto son el liberal Horacio Serpa y el conservador Hernán Andrade, quienes no quisieron llevarle la contraria al fiscal quien por el momento impone sus condiciones.