Las protestas que estallaron el 11 de julio pasado al grito de "Tenemos hambre" y "Libertad" dejaron un muerto, decenas de heridos y más de 1.300 detenidos, cientos de los cuales siguen en prisión, según la organización civil Justicia 11J.
La fiscalía dijo en un comunicado que hasta el momento, "resultaron sancionadas 381 personas, incluyendo 16 jóvenes con edad entre 16 y 18 años, fundamentalmente por delitos de sedición, sabotaje, robo con fuerza y violencia; atentado, desacato y desórdenes públicos".
Las sentencias son definitivas, pues estas 381 personas apelaron ante el Tribunal Supremo las condenas que les fueron impuestas tras juicios sumarios.
La Fiscalía precisó que "a 297 acusados se les impuso sanciones de privación de libertad", de ellos 36 con condenas de cárcel de hasta 25 años "por el delito de sedición".
A otros 84 detenidos, incluidos 15 jóvenes con edades entre 16 y 18 años, les fue conmutada "la sanción de privación de libertad por otras penas alternativas que no implican (...) su ingreso a prisión", y podrán saldar sus condenas con "trabajo correccional con y sin internamiento".
En Cuba la mayoría de edad se adquiere con 18 años, pero la responsabilidad penal y de servicio militar se aplica desde los 16 años.
El gobierno había informado el 25 de enero que 790 personas, entre ellas 55 menores de 18 años, habían sido encausadas por las manifestaciones de julio.
Las autoridades afirman que las manifestaciones, las mayores registradas en la isla desde el triunfo de la revolución en 1959, fueron orquestadas desde Estados Unidos.
De su lado, Washington ha considerado excesivas las sentencias impuestas a los participantes en las protestas y exigido insistentemente la liberación de todos esos presos.