El día de 5 de noviembre de 2019 el país se enteró de uno de los hechos más atroces que estremeció al país completo, en bombardeo que se ejecutó en el Caquetá que por lo menos murieron ocho menores de edad que al parecer habían sido forzados por disidencias de las Farc a luchar en un conflicto que no era de ellos.
Tristemente es una realidad en este país, que personas antes de nacer estén condenadas a sufrir, debido a que en esas poblaciones la falta de educación, de intervención temprana, de oportunidades abundan y no hay que ir solo al Caquetá para darnos cuenta de esa realidad, en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín o en el campo colombiano podemos ver la inequidad de este país, mientras que tal vez una persona que nace en una familia acomodada tiene los medios para darle una educación de calidad a su hijo, que tiene todos los recursos necesario para su desarrollo a la mano, que sus padres se preocupan por su bienestar. Entonces vamos notando las brechas de la sociedad y que de cierto modo el lugar donde nace (sin que usted tenga derecho a decidirlo) ya condiciona su vida y la forma en que ve el mundo.
Entonces con esto en mente surgen muchas preguntas: ¿quién tiene la culpa de esta inequidad?, ¿cómo llega el gobierno a ese tipo de poblaciones?, ¿cómo evitar que ese joven tome las armas y se vaya al conflicto?, ¿cómo brindarle las mismas oportunidades a un niño del campo colombiano que a un niño de la ciudad?, ¿acaso le estamos quitando la oportunidad que el hijo de un campesino pueda ser científico, doctor, ingeniero o por qué no llegar hasta la Nasa?, ¿?
Contestando estas preguntas (y muchas más) y atacando el problema de raíz y no las ramas es que vamos viendo cómo se solucionan los problemas de esta sociedad y le vamos dando un rumbo mejor a este país.