Los pronunciamientos de la oficialidad iraní y la declaración formal de Donald Trump, tras los ataques de Irán a dos bases de EE.UU. en Irak, dejan algunas conclusiones.
1. De quedar las cosas como están, gana Donald Trump, pero pierde el Estado norteamericano, ya que El se presenta como un hombre fuerte, pero EE. UU. como debilitado. pues demostró acabar con la vida del segundo hombre más importante de Irán, lo que le da un plus en las próximas elecciones, y según se deduce de sus declaraciones, salir casi ileso, toda vez, que los ataques de los misiles iraníes, no mataron a ningún gringo y los daños materiales fueron menores, (aunque hay choque de declaraciones, pues la televisión persa, habla de al menos ochenta muertes norteamericanas) sin embargo, también se demostró que la era de agresiones de EE. UU. a otras naciones, y el no tener ninguna represalia oficial, llegó a su fin, porque hay pueblos y gobiernos, que no están dispuestos a dejarse agredir y esperar sentados su destino.
Incluso los portavoces del gobierno iraní, manifestaron que de haber una represalia gringa contra los persas, llevarían sus ataques a suelo emiratí, saudí, israelí y estadounidense, lo cual es difícil poner en duda, pues el pueblo de los ayatolás, ya demostró no hablar en vano, Con esas amenazas, el Estado norteamericano revela haber perdido poder e influencia, pues en otrora, una agresión de ese tamaño solo significaba una lluvia de fuego americano, pero hoy, solo encontramos una politiquera intervención del presidente, extendiendo la mano para negociar, ora porque se dio cuenta de que si pateas a un rottweiler, este te morderá, ora porque logró su cometido político-local-electoral.
Aunque el Estado americano pierda, Trump saca réditos políticos de todo esto, queda bien con sus patrocinadores los armamentistas gringos, esta escalada servirá para aumentar o mantener el alto gasto de armas y seguridad; queda bien con sus electores, pues se muestra fuerte y decidido, y puede exhibir la cabeza de Soleimani como un trofeo excepcional, en el entendido de que ni el mentiroso Bush ni el taimado Obama, lograron lo que él.
Aparte, su juicio político pierde fuerza, pues, aunque EE. UU. e Irán lleguen a acuerdos, las tensiones siempre existirán, por lo que la necesidad de un líder fuerte y su permanencia, lo anclará a la casa blanca, ya hemos visto incluso a congresistas demócratas darle su apoyo en cuanto a las líneas de actuación de política militar exterior de los últimos días.
2. Trump, aprovechó su discurso de 21 minutos, para dejarle claro al pueblo norteamericano, que él ha restaurado la economía y el crecimiento económico, y que ya no son dependientes del petróleo de medio oriente, un mensaje directo a los electores que no toman como factor principal de sus decisiones electorales, las medidas militares, sino la estabilidad social en Estados Unidos. Pero entre líneas, Trump también lanzó un mensaje a las demás potencias occidentales, y es que ellos se ocupen de sus intereses en oriente medio, ya que si EE.UU no necesita supuestamente el crudo musulmán, entonces no hay motivos para seguir en la zona, más allá de continuar justificando el excesivo gasto en armamento.
3. Con el asesinato de Soleimani, el régimen aliado de Israel se beneficia, especialmente Netanyahu, quien al no aguantar más otro señalamiento por ladrón y corrupto, ve un respiro en estas tensiones, toda vez que ese será el principal tema a discutir en Tel Aviv, lo que se reforzó con la respuesta de los misiles persas. Es obvio que el hebreo no dejará pasar la oportunidad, aunque es también conocido, que en Israel las facciones políticas son en su mayoría belicistas, por lo que un cambio de soldadito no afectará en mayor manera.
4. Irán respondió, envió el mensaje de que no es una república bananera manipulable y sin dignidad nacional como muchas de Latinoamérica, sin embargo, hasta el momento, se especula que los efectos de sus ataques son mínimos, casi simbólicos en el plano material y de vidas norteamericanas. Si bien la pretensión principal de los persas es que EE. UU. salga de toda la región de oriente medio, esta solicitud es por ahora improbable. Pero tal deseo, expresado a todos los medios de comunicación, es el pasaporte de Irán para decirle al mundo, que si bien pueden desescalar las tensiones, nunca abandonaran su intención de liberar a oriente medio de la influencia norteamericana, este estado continuo de nerviosismo, lo convierten en el adalid de la lucha islámica contra las intervenciones extranjeras en la región, lo que también genera la permanencia de los nacionalistas en el poder de Teherán por largo tiempo. Al parecer, ambos bandos políticos, están sacando el debido provecho de toda esta situación, tanto los gringos como los iraníes, buscando consolidarse como las tendencias imperantes en sus respectivas naciones.
5. Si Estados Unidos no responde militarmente como parece conforme a las palabras de Trump (el Maduro rubio) podríamos estar de frente a una nueva etapa de las tensiones, una de negociación por desgaste, que en mi parecer solo beneficiará a mediano plazo (cuatro años más) a Donald Trump, pues, en realpolitik, mató a un líder oficial de otra nación, y solo recibió una bofetada, eso aquí, allá y acullá, se llama ser el fucking boss.
6. La política de bloques llegó a su fin, al parecer los aliados de Estados Unidos en medio oriente no sabían de los planes de asesinar al general Soleimani, lo que los deja como peones sin relevancia, especialmente a los islámicos, pues sabemos que con Israel, las cosas si son más recíprocas. la Unión Europea es un pequeño niño discapacitado con doctorado en moralismos amañados, que solo habla desde la distancia y nadie respeta, ya sea porque son una especie de hijo rebelde de los americanos, pero que al final de cuentas hace caso, o ya sea porque en su propio continente, tienen a Rusia, que genera mayor influencia geopolítica que todas las naciones al occidente de los Urales.
7. Irán, la verdadera potencia de medio oriente. Irán tiene el título de ser la única nación después de la segunda guerra mundial, de atacar oficialmente a blancos norteamericanos, de publicar dichos ataques, y de amenazar con más, de no parar las hostilidades en su contra. Arabia Saudí, no ha podido derrotar a Yemen porque los iraníes están detrás de las guerrillas de liberación nacional; EE.UU. no pudo someter a Siria, porque los Iraníes estaban apoyando junto con Rusia al régimen de Bashar Al Asad, Israel no pudo derrotar a Hezbolá ni a las fuerzas nacionalistas del Líbano, porque… ya saben. A la actual tripolaridad, Estados Unidos-Rusia-China, se metió Irán, no como potencia mundial, pero si como la potencia islámica indiscutible de medio oriente, que con su lucha antiimperialista, podría unir a las bases populares chiies y suníes.
