Colombia es un país de tradiciones arraigadas en donde la importancia que tienen los valores familiares en épocas como la navidad y fin de año da cuenta de ello. Casualmente también existe la costumbre de que se utilicen estas fechas para que los gobiernos nos sorprendan con cuánta medida anti popular se pueda tomar, como la fallida reforma tributaria del 2012 y el alza de tarifas de energía el fin de año pasado, por citar dos ejemplos.
Las fiestas decembrinas fueron la época escogida además para iniciar la instalación de 7 peajes en los departamentos del Cesar y la Guajira en el marco del inicio de la Concesión Vial Cesar Guajira, firmada entre el Gobierno nacional y la constructora Cóndor bajo la modalidad APP (Alianza Público Privada). Tal medida contra el pueblo Cesarence y Guajiro ha generado un descontento generalizado de amplios sectores que consideran una afectación contra la ciudadanía. La concesión proyectada a 34 años tiene contemplado que los ciudadanos sean quienes financien y paguen los arreglos de estas vías, en los dos departamentos que aportan casi la totalidad del carbón que produce el país y cuyas regalías fueron arrebatadas con la reforma al sistema general de regalías.
Resulta inconcebible que en un corredor vial de 350 Km se pretendan instalar 7 peajes (1 peaje por cada 50 Km), lo cual no tiene ningún precedente y que afecta gravemente a la región y al municipio de Valledupar, que se verá cercado. Esta concesión resulta más leonina al revisar que de la totalidad de los kilómetros intervenidos, solo 5 km serán de vías nuevas y los restantes de operación y mantenimiento. Lo anterior evidencia que esta es un “Negoción” para el capital privado que se verá beneficiado durante 34 años con el pago de tarifas de peajes; pero un mal negocio para la gente que verá encarecida su vida por el alza de los pasajes, los alimentos y demás productos que entran a la región por estas vías, sin mencionar que los peajes, por definición, convierten la movilidad en un privilegio para quien tiene cómo pagarlo.
Sin duda, este es un grave golpe contra una región tan importante como la nuestra y da cuenta del factor común de las políticas del gobierno neoliberal de Juan Manuel Santos y Germán Vargas Lleras, que supeditan el desarrollo nacional y la consecución de una infraestructura vial acorde a las necesidades del país, en favorecimiento al capital privado y al despojo del patrimonio público.
El llamado a los Cesarences y Guajiros es a la organización y a la movilización contra este despropósito. El Comité Cívico por la Defensa del Cesar, está aunando esfuerzos por enfrentarlo construyendo la más amplia confluencia y generando propuestas para que sea el estado Colombiano quien garantice la construcción de nuevas vías y el mantenimiento de las existentes.