El nuevo coronavirus, COVID-19, ha provocado desafíos y amenazas sin precedentes para las personas y los sistemas de salud en todo el mundo. Los adultos mayores y las personas con afecciones de salud subyacentes como diabetes, enfermedad renal, asma moderada / severa, obesidad severa o afecciones cardíacas pueden estar en mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19. Cuando una persona también tiene poca masa muscular o en riesgo de desnutrición, algo que no siempre es visible y ocurre cuando el cuerpo no obtiene los nutrientes que necesita, puede aumentar aún más el riesgo de complicaciones de la enfermedad y retrasar la recuperación. Además, la baja masa muscular y la desnutrición son más frecuentes en los adultos mayores, especialmente si tienen una o más enfermedades crónicas.
Se ha demostrado que el estado nutricional desempeña un papel clave en los resultados de salud y el uso de recursos hospitalarios, lo que plantea las preguntas: ¿cómo puede ayudar la nutrición a quienes luchan contra COVID-19? ¿Y cuáles son algunas medidas proactivas de nutrición y salud que pueden tomar aquellos que no han contraído el virus?
Una buena nutrición puede ayudar a prevenir o revertir la desnutrición o la pérdida muscular, por lo que es importante priorizar una dieta equilibrada con frutas, verduras, granos integrales, lácteos bajos en grasa y proteínas adecuadas. Los suplementos nutricionales orales se recomiendan cuando una persona no puede satisfacer sus necesidades de proteínas, calorías y micronutrientes a través de la ingesta de alimentos. Para aquellas personas que están intubadas o que no pueden consumir alimentos por vía oral por otros motivos, los alimentos por sonda son la única fuente de nutrición. Por lo tanto, los productos de nutrición médica están especialmente formulados, y hay varios tipos de productos para satisfacer las necesidades específicas de estas personas. La investigación muestra que identificar a personas en riesgo de desnutrición y proporcionar una nutrición adecuada puede acortar la duración de la estadía de los pacientes y reducir los reingresos.
Ser proactivos con nutrición y ejercicio
La guía para priorizar la nutrición es importante para aquellos que están enfermos y para aquellos que están bien. Para aquellos que no están gravemente enfermos, o para las personas que no han contraído el virus, es importante mantener un buen estado nutricional a través de una nutrición y ejercicio adecuados. La investigación muestra que cuando las personas permanecen activas, realizan actividades físicas durante todo el día y consumen una dieta equilibrada y nutritiva, es más probable que permanezcan en buenas condiciones para que puedan hacer frente mejor a las infecciones.
Una nutrición adecuada puede ayudar a las personas a mantenerse fuertes y saludables, y proporcionar nutrientes importantes para la salud del sistema inmunológico. Junto con el ejercicio, una buena nutrición también puede promover la salud muscular para ayudar a proporcionar al cuerpo de los adultos una reserva nutricional si tienen un revés en la salud