Margarita Rosa de Francisco, la otrora y ya casi olvidada actriz, no había encontrado mecanismo o herramienta alguna para volver a figurar en televisión o en las actuales plataformas de comunicación, y por tanto ya casi nadie se acordaba de su papel protagónico en algunas telenovelas.
Los años no le llegaron solos a "la niña mencha", con ellos también llegó el olvido y el rezago que hace algún tiempo estaba viviendo la actriz. Margarita se niega a quedar en el baúl del recuerdo y ahora pretende figurar lanzando trinos inmorales y ofensivos con señalamientos al gobierno y apoyando a un exguerrillero.
Qué lástima que una señora de estas empañe su loable papel en la televisión con actuaciones y comentarios sin fundamentos, creados únicamente con la finalidad de figurar no por su talento, como lo solía hacer. La expresentadora de El desafío ahora se cree con el poder de señalar y criticar a quien esté en contra de sus posturas ideológicas y convicciones religiosas.
Margarita, le recomendaría que deje de sembrar odios y calme su afán por aumentar la polarización política del país. Usted no es ejemplo a seguir, pues, según usted misma y lo dicho por Carlos vives, la relación que alguna vez tuvieron terminó por esos odios y mal carácter que usted profesa.