Las manos wayúu se han posicionado en el mundo como manos creativas y trabajadoras. Parte del imaginario del pueblo wayúu se basa en plasmar en su trabajo la esencia de cada artista, la cosmogonía y la estrecha relación con el entorno. Esa consigna la tomaron los habitantes de los corregimientos de Castilletes y Flor de la Guajira, quienes desde hace semanas comenzaron a crear con hilos y agujas sus propias medidas de bioseguridad.
“Estaban en casa sin poder salir, sin poder trabajar y como la mayoría de los padres de la comunidad tejen, nos pusimos en la tarea. Se fueron sumando más personas y ahora todos están tejiendo su tapabocas. No tenemos para comprar desechables cada vez que debemos salir, así que hacemos unos con el tejido wayúu, le cosemos el material antifluido y podemos reutilizarlos”, nos contó Bartolo Fernández, autoridad tradicional de la comunidad Paralutana, de la zona norte extrema de la Alta Guajira.
La comunidad, en busca de sobrellevar la pandemia y sus implicaciones (aún más difíciles para una población que ya venía arrastrando sus problemáticas de agua, desnutrición y salud), se aferra a mantenerse viva en su territorio. Con hilos, agujas y los elementos que logran integrar por recomendaciones médicas. “En la comunidad mantenemos las medidas de bioseguridad, las mujeres que tejen se lavan las manos con agua y antibacterial, tenemos alcohol porque nos dicen que así prevenimos la enfermedad, pero nosotros aparte de mantener nuestra cultura en los tapabocas, tenemos el chirrinchi con nuestras plantas medicinales como alouka, samuttapai y malua”.
Los líderes de estas comunidades hacen gestiones para lograr obtener más implementos como el materias antifluidos, indispensables para que los tapabocas sean más seguros, fortaleciendo el trabajo colectivo y las responsabilidades compartidas que como pueblo vienen practicando desde que la historia del mundo comenzó a nacer “maalüma’a”. Hoy usan tapabocas pero con tejidos y diseños propios, también alcohol antiséptico para limpiar el cuerpo y chirrinchi para alejar los malos espíritus. En la memoria colectiva mantienen el recuerdo de otras pandemias a las que sobrevivió el pueblo wayúu, pero que les dejó la experiencia de cuidar siempre el cuerpo y el alma.
“Walatirüin tü a’leeyajawaa münakat, tü oporoi münakat, mama’jasat wayúu sutuma, apüralaashi waya, wo’oojuin tü epinaseekat, outtajiraasü wayúu, ani’isa waya süchiki” (sobrevivimos a la peste española, y muchas más que eran mortíferas, nos retiramos a protegernos, nos bañamos las plantas medicinales, nos sanamos como wayúu y aquí seguimos). Esa conciencia de protección y autocuidado es el mensaje que buscan promover entre sus hermanos y vecinos.