Por fin empieza a salir a la luz uno de los grandes problemas por los que ha atravesado la aplicación de la Ley 100 en salud y el curso que han seguido los intentos de modificarla. ¿Dónde están las fallas? Nada más ni nada menos que en el enorme nivel de compromiso de los mal llamados 'Padres de la Patria' con el sector privado de las EPS y las IPS. Y aunque sin sonrojarse, por fin reconocieron que esos entes tan cuestionados financiaron sus campañas al Congreso de la República; confirmaron de pasada, muchos de los rumores que se escuchaban con frecuencia en los pasillos del Congreso, ignorados olímpicamente por este y otros gobiernos.
Para entender qué ha pasado es necesario aclarar que entre los actuales, 42 senadores se declararon impedidos por tener algún tipo de relación con las entidades de salud anotadas; esto equivale a nada menos que ¡el 40% del Honorable Senado de la República! Y eso que faltan datos anteriores de otros municipios porque algunos de los más vinculados al sector —con gran vocería sobre el tema de la salud— están presos o en proceso de investigación por otras causas. Conociendo la forma olímpica como se admiten o rechazan las inhabilidades, no sorprende que solo a 14 senadores se les aceptara el impedimento.
Ahora, aquí no se trata de 14 senadores sin voz. Por el contrario, entre ellos están los más influyentes, los más vociferantes, y a los que se les pueden atribuir muchos de los problemas del sistema con nombre propio. Por ejemplo, Roy Barreras a quien con frecuencia se le relaciona con Caprecom, no precisamente un modelo de buena gestión en salud, y Efraín Cepeda —líder conservador del Atlántico y expresidente de su partido— quien no solo reconoció haber recibido plata de una clínica sino que, según afirma El Tiempo, admitió que "unos parientes tienen una 'minoritaria' participación en otro centro clínico de la capital del Atlántico". No se quedan atrás el ilustre Gabriel Zapata quien recibió una buena suma de Coomeva, y el senador Varela del Partido Verde, que se suponía tenía líderes impecables, y así sucesivamente…
Para nadie es sorpresa que al hijo de la Gata le parezca aceptable financiarse con la salud, pero que a Myriam Paredes no le corra ni frío ni calor el tener parientes propietarios de una IPS, sí desconcierta. Entre los otros senadores que aparecen con su inhabilidad aceptada están Camilo Sánchez, Maritza Martínez, Jorge Eduardo Géchem, Rodrigo Villalba, Juan Carlos Restrepo, Martín Morales, Jorge Ballesteros y Roberto Gerlein.
Con razón no se lograba cuórum cuando, desde el gobierno anterior, se planteaba ya la crisis de la salud. Con razón muchas de las supuestas reformas a la Ley 100 no tocaban a las EPS. Con razón no se lograba quitarle el ánimo de lucro a la salud. Con razón en la nueva propuesta no desaparecen los focos o vacíos de la Ley que no tocan a las EPS, que ahora tomarán el nombre de gestoras. Con razón solo devolviéndoles la mermelada que les quitaron —en este caso en forma de compensación salarial— fue posible medio avanzar en una reforma que, para los que quieren un verdadero cambio, es insuficiente.
La pregunta de fondo es nuevamente: ¿hasta cuándo los colombianos vamos a seguir eligiendo a semejantes representantes que no han logrado entender que la política no es su negocio? Solo el día en que los ciudadanos y ciudadanas de este país castiguen a los políticos corruptos no eligiéndolos y les exijan verdadera vocación de servicio público con total transparencia a todos los políticos por igual, la política dejará de ser el problema más grave del país para convertirse en la verdadera solución.
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