Esa mentalidad futbolera realmente nos mata, nos descalifica moralmente. Eso de que sólo el primero es ganador y que el segundo es el primer perdedor lo aprendimos de ese periodismo barra brava de Argentina del que tal vez el señor Oscar Rentería sea el primer sacerdote de esa iglesia.
No puede ser que un periodista futbolero hable desde su completa mediocridad, sobre ciclismo. Los especialistas coinciden en que los dos diplomas olímpicos de Rigoberto Uran son hazañas sin precedentes en el deporte colombiano, sobre todo el que consiguió el 28 de julio en contrarreloj, un octavo lugar que sabe a gloria. Pero cuando usted es cualquier hincha del América con un micrófono puede exponer impunemente su ignorancia como lo hizo Rentería desde su lugar en Win Sports.
¿Para este tipo de análisis es que están cobrando mensualmente? ¿será que ponen al señor Rentería a decir esa sarta de bestialidades sólo para generar tendencia? Es difícil creer que alguien en su sano juicio pueda pensar que un octavo lugar entre los mejores del mundo es un mal resultado. En el video se ve claramente como sus otros compañeros, como Cesar Augusto Londoño, siente vergüenza ajena. Rentería simboliza el viejo periodismo futbolero colombiano, plagado de prejuicios, de ignorancia, capaz de hablar y analizar partidos que ni siquiera han visto. Además de sus constantes alusiones a Dios, su avejentado machismo, los valores que transmiten periodistas como él, como Carlos Antonio Vélez, deberían ser desterrados de las emisoras o canales. ¿Quién los protege?
Acá está en video el vergonzoso momento: