Cuando aparecieron las primeras quejas sobre el estado en el que estaba el césped del estadio el Campín, la alcaldía salió a defenderse y a limpiarse las manos. En ese momento no era tan notorio el desgaste de la grama y jugar al fútbol era medianamente posible. Pero en el último partido que se llevó a cabo en el escenario deportivo, entre Millonarios y Peñarol, en plena Copa Sudamericana, quedó claro que el estadio bogotano es de los peores del país.
El examen que no pudo pasar la cancha del Campín fue el de la lluvia. Mientras se disputaba el partido y el conjunto embajador iba ganando 3-1, en el minuto 57 las acciones tuvieron que ser interrumpidas porque era imposible mover el balón en una grama que parecía más una piscina. Los espectadores del espectáculo tuvieron que esperar hora y media, bajo un aguacero, a que el fútbol volviera; y ni así, el césped ayudó al desarrollo del partido.
Así mismo, los aficionados del conjunto embajador también se quejaron porque si el drenaje no funciona en la grama, en las gradas es peor. Varios videos de la inundación que tuvieron que enfrentar los fanáticos se hicieron virales en las redes sociales.
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Los comentarios, por supuesto, no se hicieron esperar; y desde la prensa, la afición y los mismos jugadores, el llamado fue a la alcaldesa Claudia López para que cuide mucho más el escenario deportivo. Como es sabido, el Campín ha sido prestado en varias ocasiones durante los últimos meses, para que se hagan conciertos allí; y eso, claramente, afecta el estado de la cancha. La alcaldía no se quedó callada, y envió un comunicado ante las fuertes críticas que recibió.
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