¡El pasado se muerde la cola!
Marx solía decir que "la historia se repite dos veces: en la tragedia y en la farsa".
Epígrafe que resume la desacreditada ‘vida y obra’ de Andrés Pastrana, medianía encumbrada, sin importancia; ave de mal agüero que después de la derrota de sus camuflados candidatos, en primera como en segunda vuelta, desafiante, no cesa de lanzar injuriosos improperios en todos los idiomas, inconsistentes juicios de valor contra los que provocamos la paliza electoral.
Indescriptible sensación de alivio. que tiene al vergonzoso Eistein criollo, dando palos de ciego, preponderantes en su devaluado ejercicio público, autoridad con la que se arrogó –en el colmo de la desfachatez e insolencia– la potestad de reprender a la bancada conservadora por “declararse afín al gobierno”.
Al respecto, ordenó al Directorio ídem desobedecer dicha determinación, arguyendo que: “No hubo un voto conservador que avalara la manguala de Petro y su extrema izquierda, con las organizaciones del narcotráfico. Corrupta alianza que desprecia la militancia del Partido e insulta sus principios”.
Bandería que no me representa –dijo alguna vez– replicado al instante por el palurdo, Hernán Andrade, con una visceral, enérgica carta que lo tachó de "desleal", "soberbio", enrostrándole el coste institucional del fallido proceso de paz de su infausto mandato, en que entregó –sin contraprestación– a las FARC-EP, 47.000 kilómetros² de territorio, del tamaño de Suiza.
Le recordó "la libertad para criticar, observar el proceso de paz liderado por Santos", reprochándole el que "en vez de escoger el camino del diálogo, hubiera preferido, el camino de la injuria, la descalificación, el irrespeto", expectorándolo de paso: "Nada lo obliga a permanecer en nuestra casa". Seducido por Omar Yepes, (2013), regresó, con su careta de Judas.
Desnortada entrega que la fortaleció, ensoberbeció, instaló cómodamente la insurgencia, en La Uribe, La Macarena, Mesetas, Villahermosa, San Vicente del Caguán, mientras los colombianos padecimos crecientes, despiadados asesinatos selectivos, atentados, chantajes, desafueros, desplazamientos, narcotráfico, secuestros, etcétera.
Culebrón que el compinche del ‘innombrable’, que antes recalcaba: "Retroceder en la memoria es una opción"; su "hipertrofiado talante, narcisismo, idéntico al dictadorzuelo Maduro".
"La desmemoria oficial que tanto ha servido al ‘íntimo de los paras’; utilizado para ‘refundar a Colombia (7 de agosto/2002)”.
Le reconoció cómo consiguió hábilmente, a hurtadillas, que otros pusieran los muertos, asesorado por el “consejero del ‘consigliere’ de Pablo Escobar"; “acreditándolo como violador de DHs’, ‘perseguidor de opositores’; de ‘pasarse por la faja la separación de poderes’.
De querer "quedarse en el poder quién sabe hasta cuándo”, “sin que nadie indague el pacto de Ralito, ni sus monstruosidades". El general, Óscar Naranjo, previno: "el país no puede graduar los narcos de paramilitares", lo que “algún día tendrá que explicar el ‘innombrable’, al país, al mundo”.
Sabida es la estrategia del perverso –pero nada tonto– ‘innombrable’, para hacerse a la presidencia: ofrecer ‘que haría todo lo contrario a lo hecho por el caótico, descalificado Gobierno (1998-2002) del arlequín Pastrana’; ‘liquidar ‘LAFAR’, al ELN y demás facciones insurrectas’; ‘recuperar el Caguán’; ‘erradicar hasta la última mata de coca’.
Harinas del mismo costal, ninguno de los cuales cumplió.
Cuando igual rememoraba la colosal, galopante corrupción –Guavio, Odebrecht, Reficar’ ‘los Nule’, ‘Agro ‘Robo’ Seguro’– ‘chuzadas’; ‘falsos positivos’, ‘desapariciones extrajudiciales’, que ensangrentaron la patria.
Circense, frívolo, irrelevante, pírrico, pusilánime perro faldero que en el colmo de la desvergüenza lame la mano que lo azotó. Encantador de serpientes que, funge como anfitrión en su cara del mosca muerta, donde lo vemos moviendo el esqueleto con Norha, su mujer.
¡Guepajeeeeee! ¡Y a tirar paso se dijo! pic.twitter.com/PLyPsIOvOF
— GustavoGómezCórdoba (@gusgomez1701) September 7, 2022
Su cuasiamnésico, gazmoño, menestral ariete –coprotagonista por treinta años– del yepo-barquismo, caripelado soltó esta distractora cortina de humo:
“Humillante que el General Sanabria se haya sentado con sus agresores de la Primera Línea’. “Renuncié para orgullo de la institución”. “El conservatismo, celoso defensor del derecho de propiedad, su directiva, congresistas no dicen nada sobre las invasiones… ni sobre la inacción de Petro.
He sido enemigo de las alianzas partidarias, sin perjuicio de dirigirlas, acomodaticiamente.
¡Qué difícil es vivir y comprender!