Lo escuchaban los 32 coroneles comandantes de los departamentos de Policía del país, la procuradora general, Margarita Cabello, y el defensor del Pueblo Carlos Camargo.
En medo de las crisis y tensiones que se han vivido por causa de la publicación de los agresivos mensajes de voz de Armando Benedetti, saliente embajador en Venezuela, el auditorio estaba pendiente de que Barbosa se fuera a la carga contra el presidente Gustavo Petro que una semana atrás lo llamó sedicioso sin mencionar su nombre e insinuó que él era uno de los instigadores de un “golpe blanco” en su contra.
Barbosa agregó otro elemento de tensión. Reveló que hace una semana el presidente de la República le pidió, mediante un oficio formal, que le enviara un expediente sobre investigaciones contra el Clan del Golfo y le entregara un balance de las actuaciones contra esa organización criminal.
El fiscal, sin embargo, conservó un tono sereno y presentó el balance de una cruzada jurídica contra el Clan y las ilustró con cifras, según las cuales, los resultados obtenidos por su fiscalía contra organizaciones de ese tipo supera con creces los obtenidos durante los últimos veinte años.
Tras advertir que no es cierto que tenga la guardia abajo frente a ese grupo, su administración ha librado 376 órdenes de captura que han desembocado en 356 medidas de aseguramiento.
Le bajo aún más el tono a la disputa que sostiene con Petro, desde que el mandatario le dijo que él era su jefe, y dijo que la Fiscalía ha actuado con buena disposición frente a la política de sometimiento dentro de los cauces de la ley.
“Ayer -contó- me llegó una resolución pidiéndome suspender la orden de captura contra Antonio García (jefe del ELN) y la acogí”.
Se comprometió a seguir respetando los artículos 250 y 251 de la Constitución que lo obligan a investigar hechos susceptibles de ser considerado delitos y también el artículo 113 sobre colaboración armónica con todas las ramas del poder público.
No tocó de nuevo el episodio de Laura Sarabia ni de Armando Benedetti y tampoco respondió al patrullero de la policía que chuzó el teléfono de la niñera de aquella y que lo acusó de haberlo condenado por anticipado al presentarlo como responsable de la maniobra ilegal.
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