Fue el homicidio de Albeiro Suárez, un líder de la reincorporación en el Meta, el que empujó a cientos de exguerrilleros de la extinta guerrilla de las Farc a caminar hacia Bogotá para que el presidente Iván Duque los escuche. Se espera que la "peregrinación por la vida y la paz", que ha salido desde distintos rincones del país, llegue el 1 de noviembre y lleve al gobierno a actuar para evitar que los sigan asesinando. Desde la firma del acuerdo, son 234 los firmantes de la paz que han perdido la vida.
En las movilizaciones, que iniciaron en el municipio de Mesetas y se han replicado en otros departamentos hasta llegar a la capital, han estado los distintos excomandantes. Pastor Alape, Rodrigo Londoño y Rodrigo Granda fueron los primeros en tomar camino con las banderas blancas. En medio de la peregrinación el partido Farc anunció su retiró del Consejo Departamental de Paz y Reconciliación del Meta por falta de garantías y presupuesto para la implementación.
Esta no es la primera vez que la seguridad para los exguerrilleros ha generado conflictos con el gobierno. Los abogados de la extinta guerrilla han denunciado al Estado por la no protección de los reincorporados, han recurrido a tutelatones, instancias internacionales y a la JEP para ponerle freno.