El mismo día que las tropas norteamericanas del Comando Sur llegaron a Colombia para trabajar en conjunto con las Fuerzas Militares para la lucha contra el narcotráfico, el juzgado segundo administrativo de Pasto resolvió una tutela interpuesta por 93 organizaciones de todo el país con la que pidieron frenar el proceso para reactivar las aspersiones aéreas con glifosato. Según el juez Carlos Arturo Cuellar, la Policía y la Agencia Nacional de Licencias Ambientales violaron los derechos al debido proceso, a la participación a través de la consulta previa y el acceso a la información de las comunidades, por lo que quedó frenado el proceso para modificar el plan ambiental como uno de los requisitos que impuso la Corte Constitucional para permitir las aspersiones de cultivos ilícitos, y hasta que la Policía y la ANLA no den garantías a las comunidades el proceso no podrá continuar.
Las aspersiones aéreas ha sido una de las apuestas del presidente Iván Duque con el respaldo de Donald Trump y el gobierno norteamericano, que le ha metido presión a Duque para reactivarlas lo antes posible. Nariño, Catatumbo, Meta, Caquetá y Guaviare son las regiones donde los boinas marrones trabajarán en el país, las mismas zonas donde más se han presentado protestas campesinas que exigen la erradicación no forzada y el cumplimiento del acuerdo de paz.
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